Crecer en la fe

Una famosa canción italiana dice: “Palabras, palabras, palabras… y solo palabras”. La autora expresa la decepción de un amor hecho solo de promesas vacías. ¿Cuántas veces también nosotros estamos rodeados de palabras sin valor, promesas que se rompen al primer obstáculo?

Pero las palabras de Jesús son muy distintas. Son pronunciadas por Aquel que renunció a Su trono por nuestro amor. No se limitó a decir “te amo”, sino que demostró Su amor en la cruz.

Sus palabras no son solo sonidos: son Vida, son Verdad, son Poder. Cada vez que escuchamos o leemos la Palabra de Dios, algo ocurre dentro de nosotros. Se enciende una chispa, una llama crece.

La fe no es un esfuerzo mental ni una emoción momentánea, sino un milagro que nace de lo que Dios dice. Así como Jesús resucitó de entre los muertos, así la fe surge en nosotros cada vez que acogemos Su Palabra con corazón abierto.

Oración: Señor Jesús, quiero escuchar Tu voz más que ninguna otra. Haz que mi fe crezca cada día a través de Tu Palabra. Alimenta mi corazón con la Verdad y transforma mi vida. Amén.