Renovación de la mente

¿El mundo… o el cielo? Cada día nos encontramos ante esta encrucijada, y a menudo no es fácil saber qué camino elegir. Pero la Palabra de Dios tiene un poder extraordinario: hace que nuestra mente sea capaz de discernir entre lo bueno y lo malo, entre lo que viene de Dios y lo que nos aleja de Él.

El mundo intenta confundirnos, propone modelos de pensamiento contrarios a la verdad, pero la Palabra transforma nuestra mente, purificándola, liberándola, llevándola a pensar como piensa Dios.

No hay verdadera libertad si solo conoces la mentira. Eres verdaderamente libre solo cuando sabes reconocer la mentira y elegir la verdad. Esta libertad no nace del esfuerzo humano, sino de la revelación de la Palabra.

Ella nos conduce a conocer el corazón de Dios, a pensar con la mente de Cristo y a vivir una vida libre, santa y transformada. No te conformes al mundo. Renueva tu mente cada día con la Palabra y verás la diferencia.

Oración: Señor, renueva mi mente con Tu Palabra. Líbrame de los pensamientos engañosos y lléname de Tu verdad, para que pueda discernir y vivir según Tu voluntad.