La Palabra como arma

¿De qué sirve una espada en tiempo de paz? Sin embargo, Pablo nos advierte que no vivimos en una paz verdadera y completa, sino en un campo de batalla espiritual.

Nuestro enemigo no es el compañero gruñón, el vecino ruidoso o quien nos hace daño: el verdadero adversario es invisible, astuto y siempre al acecho. Justo en los momentos de aparente tranquilidad, Satanás busca una rendija para atacar.

Por eso necesitamos la "espada del Espíritu", que es la Palabra de Dios. Esta espada no está hecha de hierro, sino que tiene un poder sobrenatural que el diablo teme profundamente. No es solo una palabra escrita, sino una declaración de verdad, una proclamación de autoridad celestial.

La Palabra no solo sirve para nutrir el alma, sino también para resistir, luchar y vencer. No la dejes en la funda, empuñala, conócela, úsala. Entrénate cada día para combatir con ella. Cuando llegue el ataque, estarás preparado.

Oración: Señor, ayúdame a conocer profundamente Tu Palabra y a usarla como una espada poderosa contra todo ataque del enemigo. Hazme vigilante, firme y listo en el día de la batalla.