Religión vs RelaciónSample

Rutina vs Primer Amor – Día 5

Ayer hablamos de la importancia de cultivar una relación íntima y secreta con Dios, no solo una apariencia espiritual pública. Hoy, en este último día, vamos a ir directo al corazón:

¿Qué está alimentando hoy tu fe? ¿Una rutina… o un amor encendido?

Jesús no quiere una relación basada en la costumbre, el deber o la agenda. Quiere tu corazón enamorado, como la primera vez que lo encontraste.

En Apocalipsis 2, Jesús le habla a la iglesia de Éfeso. Una iglesia activa, firme en doctrina, incansable en su servicio. Pero en medio de todos sus logros, Jesús les dice: “Pero tengo contra ti, (...)”

¿Qué podía estar mal con una iglesia así?

Habían dejado su primer amor.

No es que no amaban. Es que ya no amaban como al principio.

No es que dejaron de servir… es que sirvieron sin fuego.

No es que se apartaron… es que se enfriaron.

Y lo más fuerte de este pasaje es que Jesús no los llama a servir más…

Los llama a volver.

“Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras;" (Apocalipsis 2:5)

No se trata de hacer más… sino de recordar. De arrepentirse. Y de volver a hacer lo que hacías cuando lo amabas con locura.

Tómate un momento.

No sigas leyendo sin antes hacer silencio y mirar hacia adentro.

¿Dónde está tu corazón? ¿Está todavía encendido? ¿O lo estás haciendo en piloto automático?

A veces nos volvemos expertos en el hacer… pero amateurs en el amar.

Puedes tener buena doctrina, buena agenda, buen ministerio, buen testimonio, y aún así, haber dejado tu primer amor.

Jesús no te está reclamando tus horas, ni tus tareas. No te está exigiendo más esfuerzo.

Él está deseando tu corazón.

Vuelve a ese lugar donde el amor era lo primero. Donde bastaba una canción para que te quebrantaras. Donde tu altar estaba en tu habitación y no necesitabas escenario ni micrófono.

Quizá hoy lo que necesitas no es hacer más… sino volver.

Volver a orar por amor. Volver a leer la Biblia no para preparar algo, sino para encontrarte con Él. Volver a adorar con lágrimas, no con perfección.

Jesús está tocando la puerta de tu corazón. Quiere encender de nuevo lo que la rutina apagó.

Pero solo vos podés abrirle.

Oremos juntos:

Jesús. Hoy escuché tu voz que me llama de nuevo y reconozco que me alejé, que me ocupé, que seguí caminando… pero sin vos. Hoy me arrepiento. No quiero seguir así. Quiero volver al primer amor. A ese fuego que me hizo dejarlo todo.

Aviva el fuego en mí, Jesús. Soplá vida sobre las cenizas. Enciende de nuevo mi corazón. Hoy decido volver a vos. Te amo, y quiero volver a amarte como al principio. Amén.

Para cerrar:

Este devocional termina… pero tu relación con Dios puede empezar de verdad hoy.

No apagues el fuego. Aliméntalo.

Dios te bendiga.

José Conde Kowal-.