Religión vs RelaciónSample

Público vs Secreto – Día 4

Ayer hablamos de la diferencia entre tener información sobre Dios y vivir una relación verdadera con Él. Reflexionamos que conocer a Dios no es solo saber cosas, sino tener una experiencia personal, íntima, transformadora.

Hoy damos otro paso más profundo. Vamos a mirar nuestro corazón: ¿Nuestra vida espiritual es real solo cuando hay gente mirando, o también cuando estamos a solas con Dios? ¿Nos estamos enfocando en lo público o en lo secreto?

Vivimos en una época donde todo es público. Redes sociales, fotos, likes, historias… Y muchas veces, sin darnos cuenta, también llevamos esa lógica al ámbito espiritual. Mostramos nuestras oraciones, nuestras actividades de servicio, nuestras publicaciones cristianas… pero, ¿qué pasa cuando nadie nos ve?

“Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.” — Mateo 6:6

Jesús, en Mateo 6, confronta una espiritualidad basada en la apariencia. A los fariseos les encantaba orar en las plazas, ser vistos que ayunaban con rostros tristes para llamar la atención, que daban limosna para ser admirados. Pero Jesús dice: “Tu Padre ve en lo secreto”.

El lugar secreto no es solo un espacio físico. Es una actitud del corazón. Es vivir una fe que no necesita aplausos, ni aprobación, ni exhibición. Es tener un altar escondido, donde el fuego se mantiene encendido, aunque nadie lo vea.

A veces confundimos el fruto público con la verdadera profundidad espiritual. Pero Dios no recompensa la apariencia, recompensa lo que se forja en lo íntimo. Lo secreto con Dios sostiene lo que después se verá en público.

Jesús mismo tenía multitudes siguiéndolo, pero constantemente se retiraba al monte, al desierto, a la intimidad con el Padre. Porque Jesús entendía que la autoridad pública nace de la relación privada. La unción visible viene del quebranto invisible.

Te dejo esta pregunta para hoy:

¿Estoy invirtiendo más en lo que los demás ven, o en lo que solo Dios ve?

Oremos juntos:

Señor, no quiero vivir una fe superficial. Enseñame a construir un altar en lo secreto, donde solo estemos vos y yo. Que mi identidad no esté basada en lo que muestro, sino en lo que soy cuando nadie me ve. Sé que tu presencia será mi recompensa. En el nombre de Jesús, amén.

¿Querés seguir creciendo en tu pasión por Dios?

Entonces mañana no te pierdas el Día 5: “Rutina vs Primer Amor” – Porque estar cerca de Dios no se trata de un deber… ¡sino de un deseo ardiente!