Envuelto: Una Reflexión sobre las Promesas de Dios en el Salmo 91Sample

Cuando los riesgos potenciales se vuelven realidades, Dios pasa del modo de cobertura preventiva al modo de protección activa. “Porque él ordenará que Sus ángeles te protejan en todos tus caminos” (v. 11). La asistencia sobrenatural de ángeles (v. 12) se proporciona para enfrentar ataques demoníacos sobrenaturales (vv. 3–6).
La ministración angelical hacia los que están bajo el cuidado de Dios está presente tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Los ángeles fortalecen a Daniel (Daniel 10:10–21), a Jesús (Mateo 4:11) y a Pablo (Hechos 27:23), y ministran a todos los creyentes (Hebreos 1:14). Dios los envía como guardianes celestiales para librar personalmente a Su pueblo: “Con Sus propias manos te sostendrán para que no tropieces con piedra alguna” (v. 12 NVI). Vencerán terrores públicos y visibles como el león, y ataques ocultos e invisibles como la serpiente: “Aplastarás al león y a la víbora; hollarás al cachorro de león y a la serpiente” (v. 13 NVI).
El mal aún no ha sido derrotado, aunque está limitado por la misericordia común de Dios. Por eso, cualquiera, en cualquier lugar y momento, puede ser afligido por enfermedad o muerte. Por eso el “el que habita” (v. 1) no es sólo un principio. Este salmo es una invitación a refugiarse en el cuadrante divino de seguridad: abrigo, sombra, santuario y fortaleza.
Si estos versículos se entendieran como una garantía de vida sin sufrimiento, tendríamos que ignorar todos los salmos donde los creyentes claman a Dios en medio de aflicción. Una vida sin dolor no encaja en la realidad de un mundo caído. El mismo Señor Jesús lloró por la muerte de Su amigo y sufrió el dolor humano. No evitó Getsemaní ni el Gólgota. Vivió toda Su encarnación bajo limitación voluntaria.
Una vida sin aflicción sería una vida sin confianza, sin oración. Este salmo reconoce el peligro y espera que el creyente clame a Dios, quien estará con él en la angustia (v. 15).
La falsa garantía de seguridad total fue justamente la mala aplicación del salmo que Jesús rechazó de parte de Satanás (Lucas 4:9–11). Nuestro Señor corrigió ese uso erróneo (Mateo 4:6–7; Lucas 4:10–12). Presumir los propósitos de Dios y forzar su tiempo sería poner a Dios a prueba (Deuteronomio 6:16). Satanás omitió la frase clave: “en todos tus caminos” para manipular la Escritura.
Jesús pudo haber pedido a Su Padre doce legiones de ángeles para evitar el sufrimiento, pero no lo hizo, ya que los propósitos de Dios revelados en las Escrituras no se habrían cumplido (Mateo 26:53–54). Confiamos en el Dios que no puede ser puesto a prueba, y que nos ayuda a triunfar en medio de las pruebas.
About this Plan

Este plan de nueve días explora el Salmo 91, y ofrece consideraciones personales y pastorales sobre el carácter y las promesas de Dios. A través de la meditación y la reflexión en las Escrituras, los participantes serán animados a confiar en Dios como su refugio, sombra, santuario y fortaleza, incluso cuando no comprendan plenamente Sus caminos.
More
Related Plans

God's Will for Your Work

Holy, Healthy, Whole: Growing Fruits of the Spirit for Weight Loss and Wellness

Heal Girl Heal

Celebrating Character

Helping Your Kids Know God's Good Design

Fatherless No More: Discovering God’s Father-Heart

5 Pillars of Faith & Finances: Anchored in God, Growing in Wealth

Commissioned 3: Jesus Saves: From Brokenness to Freedom

5 Spiritual Needs You Must Not Ignore
