Envuelto: Una Reflexión sobre las Promesas de Dios en el Salmo 91Sample

El versículo 9 del Salmo 91 comienza con una declaración (en el original en hebreo) “Ya que”:
“Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección, ningún mal habrá de sobrevenirte, ningún desastre llegará a tu hogar” (vv. 9–10, NVI).

Hay conexiones intencionales entre el versículo 9 y los versículos 1 y 2, que incluyen palabras y expresiones como Señor, refugio, Altísimo y habitación. Otros conceptos, como “llegará a tu hogar” (v. 10b), reflejan el baluarte preventivo de YHWH. El versículo 10 nos prepara para la acción protectora de Dios en los versículos siguientes: “Ningún mal habrá de sobrevenirte” (v. 10a NVI).

Todos los líderes, al planificar, consideran la evaluación y gestión de riesgos. La expresión “llegará a tu hogar” traía consuelo a los trabajadores itinerantes y a los guerreros en misión, quienes armaban tiendas temporales durante sus asignaciones. Sus entornos eran inseguros, y los desastres, tanto accidentales como intencionales, eran probablemente frecuentes.

Los obreros que trabajaban en la construcción del puente colgante Golden Gate, al concentrarse más en no caer que en su labor, no podían rendir al máximo. Sin embargo, se instaló una gran red de seguridad para detener caídas accidentales. No solo se salvaron vidas, sino que el desempeño de los trabajadores mejoró en más de un 20%. Cuanto más seguros estaban (y más seguros se sentían), mejor trabajaban.

Ten la plena seguridad de que, si el Señor es tu refugio y tu habitación, ningún mal te sobrevendrá. Puedes vivir para Él con libertad.