YouVersion Logo
Search Icon

Una vida de intimidad con DiosSample

Una vida de intimidad con Dios

DAY 35 OF 365

Cree solamente

1. Las malas influencias cuestan caro. ¿Te acuerdas de Jairo? Jesús lo preservó alejándolo de las personas que intentaban apagar su fe con malas noticias: “No temas, cree solamente, Marcos 5:36. Al llegar a su casa no permitió que gente incrédula apagara la pequeña luz de esperanza que quedaba en él. Por lo tanto, ordenó que todos salieran de la casa. ¿Estás en la búsqueda de un milagro? Aléjate de la duda y de las personas que apagan tu fe.

2. No somos llamados a cambiar a las personas sino a acercarlas a Jesús. “Moisés llevó a la multitud fuera del campamento para encontrarse con Dios”, Éxodo 19:17 (NTV). Después de salir de Egipto Moisés condujo al pueblo al mismo lugar donde Él había tenido su encuentro con Dios. Tú no eres imprescindible para nadie. Tu responsabilidad es ser amigo del novio (Juan 3:39) y hablarle bien a la novia acerca del novio. Tu compromiso es guiar a las personas a Jesucristo, incluida tu familia, y procurar que hagan de Él el interés principal de sus vidas.

Ten cuidado con estorbar la obra de Dios en otra persona. Dios usa los momentos difíciles para bendecirnos. Se aprovecha de las malas temporadas para purificarnos y acercarnos a Él. Si nos resistimos introduce el cincel un poquito más adentro para pulirnos con más fuerza. Si aun así persistimos en ser rebeldes, Dios nos aplaza para siempre. Por tal motivo, tengamos cuidado con las oraciones que pronunciamos por aquellos que están en un trato especial de Dios. Tenemos la tendencia a quitar el dolor de las personas para que no sufran, sin darnos cuenta que muchas veces el sufrimiento es el camino elegido por Dios para acercarlas a Él. Cuando decimos: “fulano no debería estar sufriendo” nos interponemos en el camino de Dios. Es lo mismo que decir: “Dios no te está tratando bien”. Sin embargo, Dios sabe cómo tratarnos. Él es un padre bondadoso que no se equivoca y tampoco es injusto. Cuando una persona se está resistiendo a Dios nuestra oración debería ser: “Señor, envíale suficientes problemas para que se vuelva a ti”. No es una oración para que Dios la destruya, sino para que la conduzca a circunstancias que quebranten su voluntad al punto en el que se rinda absolutamente a Él. No se ora pidiendo el mal, nuestra oración apunta a que la persona sea puesta en una posición en la que pueda recibir una gran bendición.