Una vida de intimidad con DiosSample

Las armas del diablo
“...Nos salió al encuentro una sierva que tenía espíritu pitónico... Ella nos seguía... y gritando decía: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo y os anuncian el camino de la salvación... Molestado Pablo... dijo al espíritu: En nombre de Jesucristo, te mando salir de ésta, y en el mismo instante salió...”, Hechos 16:16-18 (BCS).
El mundo demoníaco es una realidad. Algunas personas dicen: “si yo no me meto con el diablo, él no se meterá conmigo”. ¡Olvídalo! Estamos en guerra y el enemigo de Dios es también el nuestro. Pero descuida, si caminas con Dios estás protegido porque a “...los hijos de Dios... Jesucristo... los cuida, y el diablo no puede hacerles daño”, 1ª Juan 5:18 (TLA).
Los demonios nos conocen. “Estos hombres son siervos del Dios Altísimo...”, Hechos 16:17 (PDT). El diablo está bien informado de quienes somos y de lo que hacemos. Y nos vigila para alejarnos de Dios. Su arma favorita son las palabras. El diablo nos habla, nos miente y nos confunde. Ahora bien, sus mentiras no tienen efecto a menos que tú las creas. Así como la fe viene por el oír, también la fe se va por el oír. Ya que las palabras son poderosas y afectan nuestro destino debes guardar celosamente tus oídos de las intrigas del diablo. Si las escuchas, tu confianza en Dios bajará varios escalones hasta el desánimo.
Ten presente que a veces los demonios dicen la verdad. Era cierto lo que el espíritu pitónico decía de Pablo, al igual que los demonios cuando decían que Jesús era el Hijo de Dios (Marcos 3:11). Sin embargo, tanto Pablo como Jesús no permitieron que los demonios les hicieran publicidad gratuita. ¿Y por qué no? Porque lo que importa no es solo el mensaje sino la fuente. Mucha gente es engañada por personas que operan bajo un espíritu diabólico. Es fácil reconocer el engaño si lo que te dicen no es bíblico, pero es difícil cuando lo que te están diciendo concuerda con la Palabra de Dios. El ataque del enemigo no es frontal “porque... Satanás se disfraza como ángel de luz”, 2ª Corintios 11:14. El diablo no siempre te miente, pero siempre te confunde. Por tal motivo, ¡no dejes que te hable! ¡No lo escuches!
“Señor, ayúdame a preservar mis oídos de cualquier palabra que no provenga del cielo. Decido no dudar de tus promesas. Velaré por mi vida para que siempre te dé gloria. En Jesús. Amén”.
About this Plan

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).
More
Related Plans

FruitFULL : Living Out the Fruit of the Spirit - From Theory to Practice

Season of Renewal

Art in Scripture: Be Anxious for Nothing

Rescue Breaths

Psalm 2 - Reimagining Power

The Lord Speaks to Samuel

What Does God Want Me to Do Next?

Managing Your Anger

One New Humanity: Mission in Ephesians
