YouVersion Logo
Search Icon

Una vida de intimidad con DiosSample

Una vida de intimidad con Dios

DAY 31 OF 365

Avivamiento o juicio

“Yo sé todo lo que haces. He visto tu arduo trabajo y tu paciencia con perseverancia... Sin embargo, hay algo que no me gusta de ti, y es que ya no me amas tanto como me amabas cuando te hiciste cristiano. Por eso... vuelve a obedecer a Dios... Si no lo haces... iré a castigarte...”, Apocalipsis 2:2-3 (NTV), 4-5 (TLA).

Muchas de nuestras oraciones no son contestadas porque no prevalecemos delante de Dios. Golpeamos las puertas del cielo poco tiempo y con escasa pasión. ¡Con frecuencia ni siquiera estamos convencidos de que Dios vaya a respondernos! Deberíamos imitar a Jacob y decirle a Dios: “No te dejaré si no me bendices”, Génesis 32:26. ¿Y qué sucedió con Jacob? ¡Dios lo bendijo!, Génesis 32:29.

Ahora bien, muchas personas piden fervientemente y por largo tiempo pero no reciben. “...Aunque multipliquen sus oraciones, no las escucharé, pues tienen las manos llenas de sangre”, Isaías 1:15 (NVI). ¿Cuándo tenemos las manos llenas de sangre? Juan nos da la respuesta: “Todo el que no ama a su hermano es un asesino”, 1ª Juan 3:15 (PDT). La falta de perdón es un dique que detiene la bendición de Dios. Por eso Jesús dijo: Cuando estén orando, primero perdonen a todo aquel contra quien guarden rencor...”, Marcos 11:25 (NTV). Las diferencias no resueltas entre nosotros condicionan nuestra relación con el Padre. ¿Has perdonado a todo el mundo, a todo el mundo, a TODO EL MUNDO?

Ahora advierte esta declaración: “...En tus primeros años me amabas solo a mí. Parecías una novia enamorada... pero me abandonaron... ¡hace muchísimo tiempo que mi pueblo se olvidó de mí!, Jeremías 2:2,13 (TLA), 32 (NVI). Es como si Dios dijera: “No están enamorados de mí ahora, pero recuerdo el tiempo en que sí lo estaban”. Dios no admite nuestra decadencia espiritual. Si no regresamos al primer amor, el cirujano intervendrá colocando el bisturí en el lugar que más duele: “Vuelve a obedecer a Dios... Si no lo haces, yo iré a castigarte...”, Apocalipsis 2:5 (TLA). Nuestra extrema condición de apatía exigirá una acción drástica de parte del Señor. Sea cual fuere la decisión, de todas maneras, Dios intervendrá. O nos volvemos a Dios o Dios se vuelve en nuestra contra. ¡El enfriamiento espiritual siempre termina en un avivamiento o en un juicio!

“Señor, ayúdame a perdonar a quienes me hicieron mal. Tu presencia y bendición valen más que mis derechos. Tu cercanía es y será mi mayor alegría. Oro en los méritos de Jesús. Amén”.

About this Plan

Una vida de intimidad con Dios

Cada día es una oportunidad para experimentar la presencia del Señor. Dios mismo es quien te extiende la dulce invitación para el encuentro santo: "Mi corazón te ha oído decir: «Ven y conversa conmigo». Y mi corazón responde: «Aquí vengo, SEÑOR»" (Salmo 27:8).

More