UNA MUJER DE MALA VIDA

PREPÁRATE PARA LA OCASIÓN

En una ocasión Jesús fue invitado a cenar a la casa de un religioso. Había en esa aldea una mujer de muy mala fama que se enteró que Jesús estaba por allí y aprovechó la ocasión para conocerlo. Ella se preparó para esa visita. Tomó un frasco de un costoso perfume y se apareció en la casa donde estaba Jesús. Ella logró entrar y pudo sentarse a los pies de Jesús mientras lloraba sin consuelo. Sus lágrimas caían en los pies de Jesús, las cuales ella secaba con su cabello. Jesús se quedó muy tranquilo mientras ella derramaba el perfume sobre sus pies, pero el hombre de la casa sabía que tipo de mujer era ella y pensaba que Jesús no tenía ni idea sobre la vida de esa mujer. Jesús, que sabía los pensamientos del hombre, le cuestionó sus dudas y comparó el trato regular que él le había dado como anfitrión, al trato exclusivo que le estaba dando la mujer. Jesús también aclaró que ella amaba mucho porque mucho se le había perdonado. Luego Jesús le perdonó sus pecados y la despidió en paz.

De esta mujer con perfume en mano podemos aprender que:

• Debemos estar informadas de lo que está pasando en nuestras aldeas para que no nos perdamos los mejores acontecimientos y oportunidades que pueden bendecir nuestras vidas.

• Para recibir algunas bendiciones hay que atreverse a hacer gestiones, hay que tocar puertas, hay que visitar lugares.

• Nos reciben mejor si llegamos con algo para la gente de la casa; ya sea comida, un regalo o un detalle.

• Debemos presentarnos delante de Dios, aunque la gente crea que no somo merecedoras de su atención.

• Todas estamos invitadas a tener una relación con Dios, aunque haya gente que llegó primero.

• Ningún tipo de vida nos descalifica para acercarnos a Dios.

• Le damos a Dios lo mejor de nuestras vidas, recursos, tiempos y talentos.

• Cuando regalamos a otros tampoco le damos las sobras o lo peor.

• Dios nos favorecerá delante de todos los que nos critican y desprecian.

• Nuestro pasado será testimonio del poder de Dios para transformar vidas.

• No debemos tener reservas al usar lo mejor que tengamos para algo que parezca que no le sacaremos dinero o algo a cambio.

• El sistema o la gente opresora que nos rodea no podrá impedir que Dios te reciba y te favorezca.

• Debemos reclamar perdón y bendiciones para tener una mejor vida.

• Es mejor enfrentar el pasado en vez de vivir en vergüenza por los secretos y pecados.

A veces nuestras vidas parecen costosos frascos de perfume por fuera, pero es pura apariencia. En el interior nos sentimos sin valor alguno; estamos llenas de penas, rencor, frustraciones, envidia y muchas cosas más. Si vives atribulada por algo, tal vez un secreto, pecado o la vida complicada que has tenido, debes saber que eres bienvenida a los pies de Jesús. Delante de Él puedes ir con tu mejor frasco de perfume a sincerarte. Pídele que te perdone, que te acepte, dile que deseas comenzar de nuevo. Él te concederá ese deseo. Lo hizo conmigo, lo hizo con la mujer la mujer de esta historia y lo haría por ti también. Haz una lista de lo que quieres decirle. Llorar es opcional.