UNA ASTUTA ACTRIZ

SEAMOS MUJERES DE UNA SOLA CARA

Esta mujer fue contratada para fingir una situación delante del rey David. Ella fue enviada a mentirle al rey por una buena causa. Luego de la violación de Tamar por parte de su medio hermano, otra tragedia tocó la familia. Otro hermano de Tamar ordenó asesinar al violador y luego se fue a vivir lejos por tres años. El rey David no estaba dispuesto a dejar regresar a ese hijo asesino. Un asistente del rey David sabía que el extrañaba a ese hijo, por lo cual le dio unas instrucciones a esta mujer para que su gestión rindiera el fruto deseado. La mujer se presentó frente al rey pretendiendo que tenía un problema familiar. El rey escuchó su historia sobre como uno de sus hijos mató a otro y ahora ella estaba temerosa que le mataran el único hijo que le quedaba. El rey le prometió que nada le pasaría al hijo de ella. Entonces ella aprovechó y le cuestionó que como el podía sentir compasión por el hijo de ella, pero no por su propio hijo desterrado. El rey se dio cuenta que ella había sido enviada y la confrontó, poniéndola en apuros. La mujer fue muy astuta y le dijo la verdad. Así ella quedó bien con el hombre que la envió a hacer la encomienda y también con el rey.

De esta mujer astuta podemos aprender que:

• En la vida tenemos que abogar por nuestras propias causas sin esperar que venga nadie a sacarnos de apuros.

• A veces hay que usar un poco de astucia y creatividad para resolver nuestros problemas.

• Debemos evitar participar de tareas que no nos dejan nada de valor o bendición.

• El dramatismo y la impulsividad no aportan nada a nuestras vidas y solo añade complicación a nuestras vidas.

• No debemos participar de situaciones de riesgo, donde estemos expuestas a peligros (ej. citas a ciegas).

• Usar adecuadamente los talentos que Dios nos regala.

• Debemos ser las mismas en todos lugares y delante de cualquiera.

• Mentir es perjudicial y peligroso, aunque sea por una buena causa o aunque te paguen por mentir.

• Mucha gente se acerca con intenciones ocultas y planes de maldad (Lea Salmos 23, Salmos 91 y Efesios 6).

A veces las mujeres nos involucramos en situaciones que no nos edifican en nada y que nos pueden perjudicar en mucho. Esto incluye tener malas amistades, estar en sitios peligrosos, envolverse en negocios ilícitos, aceptar propuestas indecentes, etc. Son cosas que parecen buenas a primera vista, pero que no son de bendición a largo plazo. Decidamos hoy ser mujeres íntegras que siempre decimos la verdad, sin tener necesidad de usar máscara que nos cubra las mentiras o la falsedad. Escojamos ser mujeres de una sola cara confiando en que Dios se encarga de defendernos.

“El ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas. Te sostendrán con sus manos para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra. Pisotearás leones y cobras; ¡aplastarás feroces leones y serpientes bajo tus pies!” (Salmos 91:11-13).