TAMAR

LOS ABUSOS SEXUALES SON UN DELITO Y DEBEN SER REPORTADOS

Tamar era una joven hija del rey David. En este relato toman parte un hermano y un medio hermano de ella. Ese medio hermano se enamoró de ella y siguiendo los malos consejos de un amigo, le tendió una trampa a su hermana para quedarse a solas con ella. Él se hizo pasar por enfermo y le pidió a su padre que enviara a su hermana para cuidarlo. Mientras ella estaba preparándose para cuidarlo se acercó a su cama y el aprovechando la oportunidad la agarró por la fuerza. Ella le rogó que por favor no le hiciera daño, pero él no hizo caso y la violó. Luego que cometió su fechoría la rechazó y la echó a la calle. Ella se rasgó sus vestidos y se echó ceniza en la cabeza, para demostrar lo que sentía en su corazón. Cuando Tamar le contó al otro hermano lo que había sucedido, él le dijo que entendía la situación, pero que quién la hirió seguía siendo su hermano y no podía guardarle rencor. Cuando el rey David se enteró de lo que su hijo había hecho le molestó, pero no le hizo nada ni lo llevó ante la justicia porque lo amaba mucho. Esta muchacha se quedó viviendo muy triste en la casa de su buen hermano. Pasaron dos años y el hermano que la protegía ordenó asesinar al hermano violador. Todo terminó en una gran tragedia familiar que pudo haberse evitado si el rey David y la familia hubiesen actuado responsablemente sobre el asunto. Ellos prefirieron ser cómplices del familiar violador. Esto sucede en muchas familias donde estos tipos de violencia sexual se convierten en secretos de familia. Esto perpetúa el trauma de la victima no solo por lo que le pasó, sino por tener que seguir en una relación de convivencia con estos abusadores, ya que muchos son tíos, padres, padrastros, abuelos, vecinos.

De Tamar podemos aprender que:

• Las mujeres podemos cambiar la cultura de complicidad y de aceptación de delitos sexuales dentro de las familias. Molestar sexualmente o violar a un niño, joven o adulto, mujer o hombre es un delito que no debe minimizarse. Repetimos cosas sin sentido: “Es que solamente le tocó sus partes íntimas”, “Al menos no la embarazó”, “Es tu familia, no lo desacredites”, etc. Son demasiadas las mujeres que guardan traumas y secretos de índole de abuso sexual.

• Debemos ser como Tamar y denunciar al culpable sin importar los nexos familiares o cuando ocurrió el delito.

• Entender que la verdadera desgracia es el ataque de índole sexual y no que la gente se entere de lo sucedido.

• Es indispensable procurar ayuda psicológica y legal para la víctima.

• Educar nuestros hijos y familia sobre el abuso sexual y como prevenirlo.

• Pedir a Dios que nos dé convicción de pecado si estamos guardando secretos que afectan a otros o si no hemos ayudado a alguien que nos confió que fue atacada sexualmente.

• No debemos minimizar los delitos sexuales, por ej. decir que no fue nada malo porque solo le tocaron sus partes íntimas. Como quiera es un delito sexual y eso debe ser procesado legalmente.

• Ser solidarias y apoyar mujeres que nos confíen que están siendo molestada sexualmente, traficadas o prostituidas.

• Aprender a desconfiar al dejar nuestras niños al cuidado de gente ya sean conocidos o desconocidos.

La triste historia de Tamar debe servirnos de motivación para educarnos en asuntos de violencia sexual para protegernos y proteger nuestras familias. Debemos entender que el abuso sexual en las familias no es normal. Esto es una tragedia que repercute en nuestras familias y también a la sociedad en general. Si has sido victima de abuso sexual, busca ayuda. Te exhorto a que no perpetúes tu abuso al sentirte obligada a compartir con tus abusadores solo porque son de tu familia o conocidos. Ármate de valor, dile a alguien lo que te pasó y verás como tu vida comienza a florecer. Esos secretos y traumas son como insectos que dañan tus raíces y no te dejan prosperar.