ABIGAIL

ASEGÚRATE UNA VIDA FRUCTÍFERA

Sucede a veces que hay mujeres sabias envueltas en relaciones sentimentales con hombres malos. Ese fue el caso de Abigail, quien era rica, bella y sabia pero su marido era bebedor, mala persona, mal hablado, fiestero y tacaño. Ese hombre tuvo un problema con el rey David y como consecuencia de su arrogancia y avaricia, venían a matarlos a todos. Un sirviente avisó a Abigail y ella tomó cartas en el asunto sin el permiso de su marido. Ella empaquetó todas las provisiones que el rey les había pedido (frutas, panes, carne), las montó en un burro y fue a encontrarse con él antes que llegara a hacerles daño en su casa. Ella habló con el Rey David, le entregó lo que el quería y regresó a su casa, donde se encontró a su marido haciendo una gran fiesta y muy borracho, por lo cual ella no le dijo nada de lo sucedido. Al otro día, le comentó todo a su esposo y este sufrió un ataque al corazón. En menos de 10 días esta mujer quedó viuda. El rey David le envió un mensaje a Abigail pidiéndole que se convirtiera en su esposa. La Biblia recalca que ella aceptó la propuesta “sin perder tiempo”. Esta mujer no dudó en rehacer su vida porque ya había pasado su luto mientras su marido vivía, por la mala vida que tuvo junto a él. Esta mujer es de gran consuelo para las mujeres que han quedado sin marido luego de soportar años y años de mala vida y maltratos.

De Abigail podemos aprender que:

• La prosperidad económica en un matrimonio no sirve de mucho si no hay amor y respeto. “Mejor comer pan duro donde reina la paz, que vivir en una casa llena de banquetes donde hay peleas" (Proverbios 17:1).

• Las mujeres no nos casamos para soportar, luchar solas por amor o callar malos tratos.

• Esta historia expone la triste realidad de muchas mujeres que tiene que liderar sus hogares teniendo o no un marido.

• Una mujer es capaz de resolver sus propios problemas.

• Es posible tener segundas oportunidades y rehacer la vida luego de una pérdida o divorcio.

• Ante los problemas, debemos ser conciliadoras y no instigadoras.

• Una mujer que tiene una pareja ignorante e irresponsable debe tomar sus propias decisiones para salvar su familia.

• La sabiduría es lo que asegura que una mujer sea exitosa, prosperada y bendecida.

• A veces hay que actuar “sin perder tiempo” para resolver las situaciones que se presentan.

Una mujer debe estar alerta a las necesidades de su casa y familia. Esta mujer representa con honores a las mujeres modernas que tiene que encargarse de las decisiones de sus hogares. Es un alivio saber que Dios respalda mujeres sabias que actúan de acuerdo con su plan y no sobre lo que un hombre o la sociedad nos impone. No importa lo que hayas pasado en tu vida, tu próxima vez será mejor que la primera. Continúa cultivando tu sabiduría. Eso te dejará abundantes frutos y bendiciones, que serán tantos, que tendrás para ti y de sobra para repartir.