RUT

EXTIENDE EL MANTO PARA RECOGER LA COSECHA

Rut fue la nuera de Noemí que decidió acompañarla en su viaje de regreso a Belén. Ella había quedado viuda muy joven y sin hijos. Su suegra Noemí sentía la responsabilidad de conseguirle un nuevo hogar para que ella se casara, tuviera nuevo esposo y pudiera tener un hijo. Rut lo arriesgó todo dejando a su familia atrás al emigrar a un país nuevo. Ella no tenía nada que perder, ya que lo había perdido todo a tan corta edad. Antes de partir ella hizo una confesión de fe de que seguiría al mismo Dios de Noemí, que era el Dios de Israel. Cuando llegó al nuevo país tuvo que salir a buscar el sustento para ambas. Ella recogía las sobras que dejaban los trabajadores en un campo de cebada y se sustentaba de una cosecha que ella no sembró, pero que Dios permitió que ella tuviera. Mientras se dedicaba a sus labores en el diario vivir, llamó la atención del dueño del campo de cebada donde ella recogía las sobras. Él la defendía y proveía para ella. Casualmente, a ese mismo hombre Noemí lo había identificado como un posible candidato a ser esposo de Rut. Entre las dos trazaron un plan. Rut logró casarse con este hombre Booz y tuvo un hijo llamado Obed. A través de este hijo Rut aparece en el árbol genealógico de Jesús (Mateo 1) siendo ella una de las únicas cinco mujeres en la Biblia que tienen el privilegio de ser incluidas en esta lista. Parte del éxito de Rut fue que se dejó aconsejar de su mentora Noemí. Además, podemos notar que ella era sencilla, pero emprendedora; humilde, pero trabajadora; independiente, pero moldeable.

“Rut le contestó: «No me pidas que te deje; ni me ruegues que te abandone. Adonde tú vayas iré, y donde tú vivas viviré.» Tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios. Donde tú mueras moriré, y allí mismo seré enterradA" (Rut 1:16-17).

De Rut podemos aprender que:

• Es sabio enfrentar con elegancia y esperanza las tragedias de la vida.

• Cuando Dios quiere bendecirte y darte favor delante de alguien, nada ni nadie podrá impedirlo.

• Es apropiado tomar consejos de personas maduras y sabias.

• Debemos trabajar diariamente para cumplir con nuestras metas y necesidades.

• Dar un buen ejemplo o tener buena fama puede darnos la ventaja.

• Para triunfar es aconsejable trazar un plan y seguirlo.

• A veces hay que esperar por el tiempo perfecto para que las cosas sucedan.

• Confiemos en que Dios nos bendecirá en la tierra donde Él nos ha llevado.

• Debemos escoger el mejor hombre posible para nuestras vidas.

Cuando tengas una decisión importante que tomar busca buenos consejos y toma las mejores decisiones, no pensando en el momento sino en las repercusiones que eso tendrá en tu legado. Escojamos siempre lo mejor para nuestras vidas, aunque tengamos que luchar por ello. Todas podemos escribir una historia de éxito si nos dejamos aconsejar, planificamos y actuamos en nuestras situaciones. Así dejaremos un manto de honra que será de beneficio para nuestro linaje. Rut pasó de ser una pobre mujer extranjera a ser la esposa del dueño del campo de cebada. Eso no fue casualidad. Ella trabajó para lograrlo y también tuvo el favor de Dios. Cada día extendamos nuestro manto. Dios quiere llenarlo de todo tipo de provisión en la forma de apoyo, dinero, mentoría, beneficios, salud, favor.