YouVersion Logo
Search Icon

Prueba De PaternidadSample

Prueba De Paternidad

DAY 3 OF 6

¿Quién es un hijo de Dios?

Cuando me miro al espejo, no hay duda: soy hijo de mi papá. Tenemos el mismo color de ojos, hacemos la misma cara cuando nos sorprendemos y, supuestamente (según mi esposa) caminamos demasiado rápido. Bueno, tiene razón.

Así como se notan los rasgos de nuestros padres terrenales, también deberían notarse los rasgos del Padre Celestial en sus hijos. Si te pararas frente a un espejo que reflejara tu vida espiritual, ¿qué verías?

La Biblia nos da una imagen clara. Primero, amor: la marca de los que han nacido de Dios y le conocen (1 Jn 4:7–8). Si le pertenecemos, el amor se notará en cómo tratamos a otros, cómo respondemos a las pruebas y cómo vivimos la fe cada día.

Segundo, paz y reconciliación: Jesús dijo que los pacificadores serán llamados hijos de Dios (Mt 5:9). Ser hijos cambia cómo interactuamos con el mundo. Los hijos de Dios llevamos la paz de Dios a un mundo lleno de conflicto, división y ansiedad.

Tercero, obediencia. Juan dijo que “en esto sabemos que nosotros lo conocemos: si guardamos sus mandamientos” (1 Jn 2:3). El hijo de Dios no solo oye, sino que practica.

Y, por supuesto, el fruto del Espíritu—amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, mansedumbre y dominio propio—muestra que el Espíritu está obrando en nosotros (Gá 5:22–23).

Finalmente, el hijo de Dios confiesa a Jesús y no lo niega. Reconoce al Hijo y, con Él, al Padre (1 Jn 2:22–23). Si realmente somos de Dios, estas cualidades irán creciendo. No es perfección inmediata, pero sí es una dirección evidente.

¿Qué apariencia tiene tu reflejo espiritual hoy? ¿Qué puedes hacer para parecerte más a tu Padre?

Oremos: Padre, forma en mí tus rasgos. Enséñame a amar como Tú amas, a buscar la paz y a obedecerte de corazón. Que tu Espíritu produzca en mí fruto verdadero y una confesión clara de Jesús en todo. Amén.