Prueba De PaternidadSample

¿Quién es un hijo del diablo?
Recuerdo ir en un autobús en Ciudad de Guatemala. Como muchos días, un predicador subió y empezó a compartir con valentía el evangelio a una gente poco interesada. Habló con pasión de Dios y de la necesidad de confiar en Jesús. Yo admiraba a esos predicadores; a veces me bajaba en su misma parada simplemente para hablarles y animarlos.
Un día lo escuché decir algo que me marcó: “Aunque todos somos criaturas de Dios, no todos somos hijos de Dios”. Siendo pastor, ya estaba pensando cuándo usar esa frase—un poco ridículo, lo sé. Pero luego pensé: ¿qué quiere decir? Si no todos son hijos de Dios, ¿hijos de quién son? No hay tal cosa como un huérfano espiritual. Si alguien no es hijo de Dios, entonces es hijo del diablo. ¿No?
¡Pero espera! ¿No es un poco drástico llamar a alguien “hijo del diablo”? Decir eso en un mundo de tolerancia e inclusión, es pedir que te cancelen de una vez. Aun así, es la dura verdad que señala la Escritura. Jesús no la evitó: habló a quienes lo rechazaban diciendo que seguían a su padre, el diablo, porque deseaban hacer su voluntad (Jn 8:44).
Entonces, ¿cómo se ve el ADN espiritual de un hijo del diablo? La Biblia dice que el diablo es padre de mentira y no hay verdad en él. Sus “hijos” son movidos por sus mentiras más que por la verdad del Espíritu; se entregan a deseos engañosos, obedecen al diablo y desobedecen a Dios. Repiten la vieja pregunta del huerto: “¿De veras dijo Dios…?”
Obviamente, los cristianos también a veces desobedecemos. Aunque somos hechos nuevos en el espíritu, todavía habitamos en un “cuerpo de muerte”, como dice Pablo, afectado por el pecado. Pero hay una diferencia clave entre un hijo del diablo que peca y un hijo de Dios que peca: el hijo de Dios no puede seguir pecando cómodamente (1 Jn 3:9). No significa que no pequemos; seamos honestos, lo más probable es que peque antes del desayuno. Pero cuando pecamos, algo nos duele: no podemos continuar sin remordimiento y sin el fuerte impulso de confesar (1 Jn 1:9). Es como si el Espíritu Santo no nos dejara irnos sin antes darnos convicción. ¿Hay algún pecado que te está incomodando hoy?
Por ahora, peleamos; pero un día, cuando Cristo regrese, seremos transformados—libres por completo de la vieja naturaleza y hechos perfectamente a su imagen.
Oremos: Señor, muéstrame las mentiras que he creído. Dame dolor por el pecado, prontitud para confesar y poder para obedecer. Límpiame según tu promesa y haz crecer en mí tu verdad. Amén.
Scripture
About this Plan

Si hoy te hicieras un examen de ADN espiritual… ¿qué diría? ¿Diría que eres hijo de Dios o hijo del diablo? En 6 días, evalúa tu fe, reconoce mentiras y abraza tu adopción en Cristo para vivir como hijo amado.
More
Related Plans

In the Mirror of Life: 31 Days of Identity, Purpose, and Gratitude

Hustle and Pray: Work Hard. Stay Surrendered. Let God Lead.

The Table: What a Boy Discovered at Camp

Lighting Up Our City Video 5: In Step With the Spirit

Journey to Jesus: Water Baptism

Daily Godpreneur: Millionaire Mind

Conversation Starters - Film + Faith - Animated Adventures

Enduring Well as We Journey With God

Faith Over Fear
