Eternamente ComprometidosSample

CIELO Y TIERRA NUEVOS.

Introducción.

En el principio, el Edén fue un lugar donde el cielo y la tierra estaban unidos. Dios vivía con su Adán y Eva, y todo era perfecto. Pero el pecado rompió esa comunión. Desde entonces, Dios se acercaba poco a poco, por ejemplo, en el tabernáculo, en los profetas, en la cruz… hasta que vino Jesús. Con su resurrección y la presencia de Su Santo Espíritu, el cielo habitó en la tierra. Pero aún esperamos la restauración final de todo.

Reflexión.

¿“Nuevo” significa completamente distinto o algo restaurado? Cuando la Biblia habla del “cielo y tierra nuevos”, no está diciendo que Dios va a desechar este mundo. Al contrario, va a renovarlo completamente. Cristo no volverá para llevarnos lejos de la tierra, sino para redimirla. Lo físico no es menos espiritual. De hecho, la materia es parte de la buena creación de Dios.

El teólogo Richard Middleton afirma que la creación renovada es el destino final de la humanidad redimida. Por tanto, no esperamos ir al cielo para huir de este mundo, sino que esperamos el retorno de Cristo para que el cielo y la tierra se unan eternamente en plenitud. Viviremos en una realidad física glorificada, en una creación transformada y libre del pecado. Nuestra esperanza no es algo lejano, sino algo real, concreto, y glorioso. Cuando Cristo regrese, su Reino se establecerá por completo aquí.

Aplicación.

Saber que nos esperan un cielo y una tierra nuevos nos recuerda que Dios cuida su creación. El cosmos no será descartado, será renovado por amor. Nuestra esperanza no es un lugar, sino una relación eterna con Dios en una creación restaurada. Vivamos hoy cuidando lo que Dios ha hecho, como quienes esperan su restauración gloriosa.