Eternamente ComprometidosSample

LA ETERNIDAD DEL LOGOS.

Introducción.

Hablar de eternidad puede sonar complicado, especialmente cuando se trata de Jesús, quien nació en un momento específico de la historia. Pero el Evangelio de Juan dice algo sorprendente La Palabra (Logos) fue hecha carne y habitó entre nosotros (Juan 1:14). La palabra Logos, en griego, significa “palabra”; sin embargo, en el Evangelio de Juan, tiene un significado más profundo, es la referencia a Jesús, no solo como la Palabra de Dios sino como la razón y la verdad desde el principio del universo.

Reflexión.

Desde el inicio, Juan nos presenta a Jesús no sólo como un maestro, sino como Dios eterno, presente en la creación del mundo. No fue creado: Él ya existía. Jesús no comenzó en Belén; su encarnación (que vivió entre nosotros) tuvo un inicio, pero su existencia no. Como dice Colosenses 1:16 todo fue creado por medio de Él y para Él.

Teólogos antiguos como Orígenes y Atanasio explicaron que el Logos no es una fuerza o idea, sino una Persona divina. Jesús es Dios mismo que se hizo humano para mostrarnos cómo es el Padre.

Y aún más profundo: Jesús no solo vino en el tiempo, su sacrificio ya era parte del plan eterno de Dios. Como lo señala el teólogo Jürgen Moltmann, el amor de Dios por la humanidad no empezó en la cruz, sino antes de que el mundo existiera. ¡Dios siempre te tuvo en mente!

Aplicación.

Entonces, la eternidad del Logos no es solo una enseñanza para teólogos, es una verdad que te da valor y seguridad. Jesús te amó desde siempre, no porque lo merezcas, sino porque así es Él: eterno, fiel y lleno de amor.