Eternamente ComprometidosSample

RECOMPENSA ETERNA.

Introducción.

Hablar de eternidad puede sonar lejano o abstracto. Sin embargo, según la Biblia, la eternidad no solo se relaciona con la existencia de Dios, sino también con las consecuencias de nuestras decisiones diarias. Santiago 1:12 declara: Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.

Reflexión.

No se trata de un símbolo vacío, sino de una recompensa eterna. La palabra “corona” (stephanos, en griego) se usaba para premiar a los vencedores en competencias deportivas. Pero esta no es una corona temporal o marchita, sino una que representa vida con Dios para siempre. Para Santiago, seguir a Jesús en medio de las pruebas no solo vale la pena... vale para siempre.

Muchos ven el cielo como el lugar al que uno “va” tras morir. Pero en el Nuevo Testamento, la eternidad comienza ahora: cuando decides confiar, resistir y amar a Dios, incluso en medio del sufrimiento. La vida cristiana no es solo sobrevivir, sino vencer con propósito. Hebreos 6:10 recuerda que Dios no olvida el amor ni la fidelidad de sus hijos.

La eternidad no es un escape de esta vida, sino la dimensión desde la cual Dios observa nuestra historia y promete una herencia incorruptible (1 Pedro 1:4). Aunque el mundo busca recompensas inmediatas, Dios nos invita a una esperanza duradera: una corona que no se gana por mérito, sino que se recibe por gracia.

Aplicación.

Si hoy enfrentas pruebas o tentaciones, no estás perdiendo el tiempo. Estás sembrando en la eternidad. Cada acto de fidelidad (aunque nadie lo vea) tiene valor eterno para Dios. Dios promete coronar con vida eterna a quienes lo aman y perseveran.
¿Vale la pena seguir a Jesús? La Biblia dice que sí: vale la eternidad.