Devocional Familiar De Semana SantaSample

 Ayer leímos sobre la entrada de Jesús a Jerusalén el Domingo de Ramos. Luego de esta celebración, Jesús y sus discípulos regresaron a un pequeño pueblo llamado Betania, como dos millas a las afueras de la ciudad, para pasar la noche. En la mañana del lunes, regresaron a Jerusalén. Quizás no sepas esto, pero en la antigüedad, los templos eran los edificios más importantes, sobre todo en Jerusalén, en donde el templo era muy importante para los judíos. Ese era el lugar en donde se adoraba a Dios y encontraban su presencia. El edificio del templo era muy especial para Jesús también. Incluso, lo llamaba “la casa de mi Padre.”

Ese día, cuando Jesús llegó al templo, lo encontró lleno de gente y animales. ¡Había personas y animales por todas las esquinas! ¿Puedes imaginar tu iglesia llena de animales? Antes de que Jesús muriera por nuestros pecados, las personas solían llevar animales al templo para ofrecerlos como ofrenda y que, de esta manera, Dios los perdonara. Para nosotros, esto es extraño, porque tenemos a Jesús. Estas personas solían hacer viajes largos y no siempre podían llevar animales con ellos, así que algunos pensaron que era una buena idea para hacer dinero, vender los animales en el templo para aquellos que los necesitaran.

La peor parte de esto es que los vendedores trataban de engañar y robar a las personas. Otros vendedores solían decir a las personas que traían animales, que no era suficiente para que, de esta manera, tuvieran que comprar más. Otros cobraban demasiado dinero para hacerse ricos. Estas personas eran malas y avaras. ¡Además, todo esto lo hacían dentro de la casa de Dios! Esto molestó muchísimo a Jesús. Estaba tan molesto que comenzó a echar fuera del templo a las personas, tumbó las mesas y no dejó que los vendedores entraran nuevamente al templo.

¿Recuerdas a los fariseos de los que hablamos ayer? ¿Aquellos que se molestaron porque la gente llamaba rey a Jesús? Bueno, algunos de esos líderes religiosos también se encontraban en el templo cuando todo esto sucedió. Entonces decidieron que debían encontrar la forma de matar a Jesús porque tenían miedo tanto de Sus enseñanzas como de las personas que lo seguían. Ellos no entendían que Él era el Hijo de Dios.

Jesús quiere que nuestros corazones sean como ese templo, un lugar en donde podamos honrar a Dios. Él no quiere a otras personas vendiendo dentro del templo para hacer dinero, porque Dios debe ser lo más importante en nuestras vidas. Dios debe ser siempre lo más importante en nuestras vidas y corazones.

Conversemos

1 - ¿Qué habrías pensado si estuvieras en el templo cuando Jesús comenzó a tirar mesas?

2 - ¿Cómo se ve tu vida cuando Dios es lo más importante? ¿En nuestra casa, escuela y comunidad?

Oremos 

Querido Dios, queremos que tú seas siempre lo más importante en nuestras vidas. Por favor, haznos saber cuando no estemos viviendo de esta manera. Ayuda a nuestra familia a honrarte en nuestro hogar y dondequiera que estemos. Te amamos. En el nombre de Jesús, Amén.