Madurando a través de la pruebaSample

¿Cómo llegan las tentaciones?
Cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Satanás ciertamente nos tienta, pero la única razón por la cual la tentación funciona para nosotros es debido a nuestra propia naturaleza caída, la cual corrompe los deseos dados por Dios.
La concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado, y el pecado siendo consumado da a luz a la muerte.
Primero concebimos y alimentamos el pecado en nuestro corazón, y después que éste se hace fuerte en nuestro corazón, toma control de nuestra voluntad y la fuerza a consumarlo.
Caemos en la tentación a través de un proceso
El ser arrastrado por nuestras concupiscencias es como experimentar un embarazo. El pecado no es un hecho que ocurre de la noche a la mañana. La ruina del creyente de un proceso gradual de erosión y desgate de la vida espiritual, no es un acto instantáneo. Comienza cuando descuidamos nuestra vida devocional y nos alejamos de la palabra de Dios y la comunión con Él.
Podemos comenzar a deslizarnos alimentando nuestra mente con imágenes y pensamientos nada edificantes que dejamos que se alojen en nuestro corazón, al permitir que la imaginación pinte las recamaras interiores de nuestro corazón con cosas censurables por Dios, y pensamos que eso no tendrá ninguna consecuencia.
Hablo de películas pornográficas, de conversaciones eróticas que corrompen el alma, de chistes picantes, de pensamientos lujuriosos que dejamos colar al interior de nuestro corazón; hablo de codiciar en nuestro corazón a un hombre o a una mujer que no son nuestro cónyuge; hablo de codiciar el dinero, poder y fama que vienen fácilmente. Si acariciamos y alimentamos con estos pensamientos nuestro corazón, tarde o temprano caeremos en cosas como el adulterio, la fornicación, el engaño, las prácticas deshonestas. Por eso, como creyentes, necesitamos dejar de alimentar nuestra propia concupiscencia (ponerla a dieta).
Cuando comenzamos a ceder a estas cosas, es como si la abriéramos las puertas a Satanás, que anda como león rugiente, descubriéndole el deseo de nuestro corazón al enemigo. Luego el enemigo nos susurra con el engaño; pero ya la concupiscencia fue alimentada y fortalecida en nuestro corazón, y termina tomando control de nuestras emociones y voluntad, hasta que terminamos cediendo al enemigo, y cometiendo pecado.
About this Plan

Como creyentes cristianos vamos a experimentar muchos momentos de aflicción, adversidad y problemas, como consecuencia de vivir en un mundo caído y de enfrentar a un adversario como Satanás. Por otra parte, Dios va a probar nuestra fe, para traer madurez a nuestras vidas. Cada creyente está inscrito en la Escuela del Carácter de Dios. Por lo tanto, necesitamos velar y estar despiertos espiritualmente, para enfrentar adecuadamente esos tiempos.
More
Related Plans

Pentecost and the Work of the Spirit

The Way of the Wise

Nurturing Your Desire for More in a Healthy Way

Overcoming Offense

The Path: What if the Way of Jesus Is Different Than You Thought?

Walk With God: 3 Days of Pilgrimage

How God Doubled Our Income in 18 Days

12 Days of Purpose

The Lighthouse in the Fog
