Madurando a través de la pruebaSample

Las pruebas vienen personalizadas

Las pruebas no solamente vienen en forma inesperada y en batallones, sino que son personalizadas. Vienen con el código postal y las huellas digitales de cada persona en particular. Lo que puede sacudir los cimientos de la vida de una persona, puede ni siquiera tocar a otra. 

Dios le pidió a Abraham que sacrificara a su hijo, no a Noé, Moisés o Jacob. Esa prueba para Noé, Moisés y Jacob, hubiese sido igualmente dura; pero para Abraham, después de esperar por veinte y cinco años por el hijo de la promesa, y a la edad de más de cien años, y siendo Isaac el único hijo, era pedirle todo; era una prueba brutal e insufrible.

Jesús le pidió solamente al joven rico que vendiera todos sus bienes, no a Nicodemo o a Saqueo, que eran hombres ricos. De hecho, el joven rico del relato de los evangelios, no pasó la prueba, porque tenía su confianza y apego en las riquezas; y éstas eran un obstáculo para su relación con Dios y su progreso en la vida cristiana.

Para Nicodemo y Zaqueo el dinero y los bienes materiales no era un problema, pues no había avaricia ni apego a esas cosas. Prueba de eso es el desprendimiento material de Zaqueo después de su conversión. Por eso Jesús tenía una prueba adecuada a las características de cada persona para probar su fe, pero ninguna era exactamente igual.

Las pruebas tienen mucho que ver con las experiencias, aprendizajes y creencias de cada persona; con lo que hay en el corazón de cada persona. Hay a quienes se les dificulta creer que Dios puede proveer, pero no tienen problemas para sobrellevar una enfermedad, o viceversa. Hay personas que atesoran en su corazón el dinero, la familia, las relaciones, que a Dios. De modo que las pruebas vienen para trabajar en un área de la vida de la persona que no ha sido rendida a Dios, o tiene especial vulnerabilidad. 

¿Tienes algún área que nos has entregado a Dios, y en la que necesitas ser probado?