Viviendo en La Presencia De DiosSample

Limpiando el templo – Día 4

Cuando Joás fue proclamado rey, el pueblo respondió limpiando el templo de todo lo que ocupaba el lugar de Dios.

En 2 Reyes 11:18 (RVR1960) leemos:

“Y todo el pueblo de la tierra entró en el templo de Baal, y lo derribaron; asimismo despedazaron enteramente sus altares y sus imágenes, y mataron a Matán sacerdote de Baal delante de los altares. Y el sacerdote puso guarnición sobre la casa de Jehová".

Este acto fue radical: si querían que Dios reinara, primero tenían que limpiar el templo de todo ídolo. Lo mismo ocurre en nuestra vida.
La Biblia dice en 1 Corintios 6:19 (RVR1960):

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?".

Si somos templo del Espíritu Santo, no podemos permitir que haya cosas ocupando el lugar que solo le pertenece a Él: orgullo, adicciones, resentimiento o cualquier ídolo moderno que robe nuestra devoción.

Limpiar el templo es un acto de entrega y obediencia. Cuando quitamos lo que sobra, dejamos espacio para que su presencia habite en nosotros con poder.

Habla con Dios y abre tu corazón:

Señor, quiero que mi vida sea un templo limpio donde habite tu Espíritu. Muéstrame qué cosas tengo que derribar y dame la valentía para entregártelas. Te doy el primer lugar en mi corazón y quiero que todo lo que soy te glorifique. Amén.

Piensa en esto:

• ¿Qué “altares” necesitas derribar en tu vida para que Dios recupere su lugar?
• ¿Qué cambios concretos puedes hacer hoy para limpiar tu vida?

Próximamente en el Día 5: Sirviendo sin cargo.
Mañana veremos que no se trata de un título ni de un cargo, sino de un corazón dispuesto a servir.