Oracción: Cuando La Oración Se Encuentra Con La AcciónSample

“Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa" (Mateo 6:5 RVR).

“La gente puede considerarse en lo correcto según su propia opinión, pero el Señor examina el corazón” (Proverbios 21:2 NTV).

Día 2: La oración no es para ser vistos por los hombres sino para ser escuchados por Dios.

Las intenciones del corazón de los hipócritas que describe Mateo 6:5 son realmente reveladoras. Jesús dice que ellos oraban posicionados estratégicamente en las esquinas de las calles para ser vistos por los hombres (en los dos sentidos de la avenida).

Jesús los llama hipócritas. Significa una persona que aparenta, que construye con sus manos una imagen, una reputación, un nombre; al final de cuentas una persona que no es sincera.

En otras palabras, su motivación principal no es conectar con Dios de manera genuina, sino impresionar a los demás con su devoción.

Imagina que estás haciendo algo bueno, pero en realidad estás buscando la aprobación de los demás. Eso es lo que Jesús está criticando aquí. La intención de estos hipócritas es ser vistos como personas piadosas, en lugar de buscar una relación auténtica con Dios.

En este sentido, la Biblia enfatiza la importancia de las intenciones puras en nuestra relación con Dios.

La oración no es un espectáculo para impresionar a los demás, sino un diálogo con Dios. Cuando nos enfocamos en ser vistos por los hombres, perdemos el propósito real de la oración. En su lugar, debemos buscar ser escuchados por Dios y experimentar su presencia y guía en nuestras vidas.

La oración debe ser un diálogo, no un monólogo.

Lo importante en la oración más que hablarle a Dios es que Dios me hable a mí: escuchar Su voz.

Recuerda cuántas veces cuando oramos, simplemente le hablamos a Dios, de todas nuestras necesidades, nuestras problemáticas, nuestras crisis, terminamos nuestra intervención con un amén, pero no nos hemos detenido un momento para agudizar nuestro oído espiritual y escuchar Su voz.

La oración no es solo hablar a Dios, sino también escuchar Su voz. Cuando nos enfocamos en escuchar a Dios, podemos experimentar Su guía, Su consuelo y Su paz.

Tenemos dos oídos y una boca, para escuchar el doble y hablar la mitad. El principio de la oración es escuchar la voz de Dios y el principio de oír la voz de Dios es la obediencia a Su voluntad.

Frase: “El llamado de Dios en tu vida no es para hacerte número uno a los ojos del mundo, sino para hacerlo a Él número uno en tu vida” Ravi Zacharías

Pregúntate:

- ¿Cuáles son mis motivaciones para hacer lo que hago?

- ¿Busco la aprobación de Dios o la de los hombres?

- ¿Puedo identificar áreas en mi vida donde estoy actuando por motivos impuros?

- ¿En mi oración incluyo el propósito de escuchar la voz de Dios?

Oración guiada:

Señor Jesús, gracias por mostrarme la importancia de tener intenciones puras en mi relación contigo. Ayúdame a examinar mi corazón y a identificar áreas donde estoy buscando la aprobación de los demás en lugar de la Tuya. Límpiame de la hipocresía y dame un corazón que busque genuinamente conocerte y hacer tu voluntad. Ayúdame a escuchar tu voz y a seguir tus caminos. Perdóname por las veces que he deseado un lugar en una de las mesas que hubieras querido volcar. En el nombre de Jesús, amén.