Tus Errores no te definen.

¿Este error definió a David? ¡No! ¡Por supuesto que no! Y esta es la buena noticia, por eso Dios dijo que David era un hombre conforme a su corazón. En el Salmo 51 vemos a David quebrantado, rendido y humillado: "Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu firme dentro de mí" (Sal 51:10 NVI)

Es como cuando estás haciendo tu trabajo de fin de carrera, o rellenando un documento importante en el ordenador y de repente lo pierdes… Y de pronto descubres que hay una copia de seguridad y que puedes seguir de nuevo.

Eso es lo que Dios hace contigo y conmigo. Aunque hayamos fallado, aunque lo hayamos desagradado, siempre hay gracia para volver. Pero ojo: el pecado de David tuvo consecuencias. Lo que lo restauró no fue negar lo que hizo, sino arrepentirse de corazón y permitir que Dios siguiera obrando en él.

David no fue definido por su caída, sino por su arrepentimiento. Y lo mismo puede pasar contigo: tu error no es tu final, si dejas que Dios transforme tu corazón

Con Dios siempre hay una nueva oportunidad, y lo mejor está por venir.

Aplicación:
¿Qué pasos puedo dar hoy para volver a su propósito?
¿Estoy dispuesto a reconocer que fallé delante de Dios y pedirle un corazón nuevo?

Oración:

Señor, gracias porque tú no me rechazas. Toma mi corazón distraído y cámbialo por uno nuevo.