Cuando El Miedo Nos Roba El SueñoSample

¿Qué hago con esa obsesión?

Si ya reconociste que tus preocupaciones han llegado a otro nivel, es hora de cambiar tu manera de pensar.

No hay espacio para la fe mientras sigas fortaleciendo pensamientos negativos y alimentando tus miedos.

Ten esto en mente: Si alimentas tus temores, tu fe morirá de hambre, pero si alimentas tu fe, tus miedos acabarán desapareciendo.

Nadie está exento de enfrentar dificultades. Jesús nos advirtió que mientras vivamos en este mundo las atravesaremos. Así que la prueba no es una posibilidad, es una certeza. La verdadera pregunta es:¿qué debemos hacer cuando llegue el momento de la angustia?

¡La respuesta es la oración! Orar es un acto de fe, lo voy a llamar un intercambio: yo le entrego a Dios mis cargas, mis temores, mis pensamientos más profundos y dolorosos, tantas veces como sea necesario, y a cambio, recibo lo que solo Él puede darme: Su paz, esa paz que va más allá de lo que puedo entender, que guarda mi corazón y mi mente incluso en medio de la tormenta.

Dios nos llama a ser valientes, pero hay que entender quela valentía no significa ausencia de miedo; significa enfrentar el miedo, rendirlo una y otra vez ante Dios, y decidir confiar.

¿Cómo cambiaría nuestra manera de vivir los temores si, ante la dificultad, nuestra primera reacción fuera la fe y no el miedo?

¿Qué pasaría si nuestro impulso inmediato fuera confiar, en lugar de preocuparnos?

Sé que no será fácil al principio, pero es algo que podemos aprender, practicar y repetir… hasta que confiar se vuelva nuestra respuesta natural. ¡Que tu fe sea más grande que tu miedo!