¿Cómo reconocer los ataques del enemigo?

Hay una realidad espiritual que no podemos ignorar: el ser humano tiene un vacío en el corazón que solo Dios puede llenar. Alguna vez escuché decir: "tenemos un espacio en el corazón del tamaño de Dios". Es una gran verdad. Fuimos creados para tener comunión con Él, y cuando esa relación no es constante, ese vacío comienza a expandirse.

El corazón humano no fue diseñado para estar vacío, y cuando no está lleno de la presencia de Dios, de forma inconsciente comenzamos a llenarlo con otras cosas: placeres, hábitos, relaciones, distracciones... y es justamente ahí donde el enemigo encuentra una oportunidad para atacar.

La carne y el vacío espiritual

La Biblia nos advierte que nuestra naturaleza es carnal. Cuando no vivimos en comunión con Dios, esa naturaleza pecaminosa comienza a dominar y se despierta una lucha interna, una guerra espiritual.

El enemigo es observador y estratégico. Él está atento a tus acciones, emociones, reacciones, y cuando detecta una grieta —una debilidad— lanza su ataque.

Ya sea por medio de la televisión, amigos, redes sociales, relaciones tóxicas o incluso pensamientos internos, buscará tentarte donde sabe que eres vulnerable. Puede ser en áreas como:

• Mentiras y chismes
• Pornografía o pensamientos impuros
• Adulterio o fornicación
• Envidia, celos o codicia
• Drogas, alcohol o robo

Por eso es tan importante identificar tus debilidades. ¿Qué puertas están abiertas en tu vida? ¿Qué medios está usando el enemigo para atacarte? Cuando reconoces esto, ya puedes discernir por dónde viene el ataque.

¡No eres un saco de boxeo espiritual!

No fuiste llamado a recibir golpes sin defenderte. ¡No eres un saco de boxeo espiritual!
La Biblia te llama soldado del Reino de Dios, y te entrega armas espirituales para resistir al enemigo, y no solo resistir, sino vencerlo.