La mujer conforme al corazón de DiosSample

Tus pruebas

“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Ap. 21:4). Este pasaje describe la realidad y la angustia del sufrimiento en la vida, pero también los gratos deleites y el bienestar prometido que aguardan al pueblo de Dios en su presencia en la eternidad. Sin importar lo que suceda en tu vida aquí en la tierra, el dolor o el tormento que enfrentes, ¡deja a un lado tus preocupaciones y mira a lo alto!

Aunque desearíamos que no fuera cierto, el sufrimiento es parte de la vida. No te inquietes pensando por qué te ha sobrevenido algo. No acuses al Señor de maldad.

Tú puedes ser una mujer gozosa a pesar de los problemas que enfrentas. Acepta la realidad y no cuestiones cómo un Dios de amor podría permitir que te suceda algo así. No dudes de Dios ni cuestiones dónde está cuando lo necesitas, o dónde estaba cuando eso te sucedió. Por favor, no des lugar a la ira, la depresión y el desaliento. Y no decidas: “Ya no sigo adelante. ¡Me rindo! No puedo más”.

Si el dolor y el sufrimiento son parte del camino que debes seguir, ¿por qué no embellecerlo y afrontarlo con el gozo que en su gracia Dios te da? ¡Da gracias! ¡Gózate! ¡Hay esperanza!

Para permanecer en la senda de Dios en medio de las diversas pruebas de tu vida, sigue estos tres pasos:

1. Mira hacia adelante. Dios estará contigo todo el tiempo (2 Ped. 1:2‑4).

2. Céntrate en lo positivo y en las promesas de Dios. Al final de cada día, recuerda la bondad de Dios y enumera los múltiples beneficios que has disfrutado (Sal. 103:2; Stg. 1:12).

3. Enfrenta tus pruebas con la certeza de que Dios está contigo. Él te ayudará a soportar tus cargas y a convertirlas en gloria (Is. 43:2).

Recordemos las palabras de nuestro Salvador cuando dijo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Jn. 14:27).

Querida amiga, una mujer de fe llega a serlo gracias a sus pruebas, dificultades y tentaciones. En medio de la prueba más severa, ella se ve obligada a buscar apoyo y a profundizar aún más sus raíces en “la Roca eterna” para triunfar y permanecer firme.

Busca en Dios el valor que necesitas. Confía en Él y cree que es poderoso para librarte. Puedes enfrentar la vida y todas sus pruebas confiando en Dios como tu Guía supremo.

Señor, gracias porque en medio del dolor, Tú estás presente. Cuando el sufrimiento parece demasiado, recuérdame que mi esperanza está en Ti y que tu paz supera cualquier tormenta. Ayúdame a confiar, a permanecer firme y a mirar hacia adelante con fe.En el nombre de Jesús, Amén.

El contenido de estos devocionales está basado en la «Biblia de la mujer conforme al corazón de Dios» de Elizabeth George, publicada por Editorial Portavoz.