Aliento Para Tiempos DifícilesSample

Bendita la crisis

Aunque a veces no lo comprendamos, el dolor y el sufrimiento, tarde o temprano, se convierten en herramientas significativas para reconstruir nuestras vidas.

Eso es justamente de lo que quiero hablar hoy. De que las adversidades son necesarias. Lo comprendamos o no, las dificultades nos ayudan a crecer de una manera que ninguna otra cosa en la vida lo hace.

Y antes de que me digas que el sufrimiento no es de Dios. Quiero decirte que tienes razón. El sufrimiento es resultado de un mundo caído, pero, aunque es una consecuencia del pecado, en las manos de Dios se convierte en una herramienta para que todo obre para nuestro bien.

Sé que es un concepto abstracto. Pero en las manos de Dios cobra sentido.

¿Cuándo se disfruta más un éxito? ¿Cuándo es producto de todo el esfuerzo que hemos puesto en ello, o, cuando es producto de la casualidad o del trabajo de alguien más? Disfrutamos más las cosas cuando son producto de nuestro esfuerzo y de la ayuda de Dios.

Recuerdo haber leído que para obtener un diamante de forma natural, se produce una reacción geológica en el manto de la tierra, en donde, el carbono es expuesto a una alta presión, sumado a altas temperaturas, hace que las partículas de carbono se cristalicen formando así lo que se conoce como diamante en bruto.

Como yo lo entiendo de manera simple es: una piedrita sufre una gran presión y calor, pero esto, en lugar de destruirla, la convierte en una piedra preciosa.

Volvamos al punto. Se necesitan esas condiciones extremas para que se forme un valioso diamante. En nuestras vidas sucede algo parecido. Se necesitan condiciones extremas para darnos cuenta de qué estamos hechos verdaderamente y en quién estamos depositando nuestra confianza.

Así que, las crisis, dificultades y situaciones extremas que atravesamos, aunque nos duelen y en ocasiones mellan áreas de nuestras vidas que no vuelven a ser iguales, son necesarias para crecer.

Quiero animarte a que hoy puedas bendecir tu realidad, y si estás atravesando por un momento difícil, quiero que sepas que vas a salir de esto, que esto también pasará, y cuando lo hagas serás más fuerte; y estoy seguro de que también estarás más cerca de Dios.

Dios te bendiga.

Sigue creyendo.