Libres Para EdificarSample

El principio de edificación
Todo lo que no edifica, debilita.
"Así que sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación" (Romanos 14:19 RVR1960).
La libertad en Cristo debe guiarse por el principio de edificación. No se trata sólo de lo que puedo hacer, sino de lo que edifica al cuerpo de Cristo. Si algo no promueve la paz, la unidad y el crecimiento espiritual, entonces no conviene, aunque no sea pecado.
Pablo nos llama a ser constructores, no críticos. Cada palabra, cada gesto, cada actitud puede ser un ladrillo que fortalece o una piedra que hiere. La madurez espiritual consiste en discernir cuándo ceder en lo secundario por el bien de lo esencial: la edificación del cuerpo de Cristo.
Si un comportamiento es lícito a la luz de la palabra de Dios, pero no contribuye a mi propia edificación, o a la edificación de mi hermano en la fe o mi prójimo, entonces debería abstenerme de esa práctica.
Preguntas para meditar:
¿Mi comportamiento está edificando la fe de otros, o simplemente afirmando mis derechos? ¿Mi conducta – mi testimonio - promueve la conducta recta de mi hermano en la fe? ¿Mi conducta – mi testimonio –puede servir de tropiezo a mi hermano en la fe?
Scripture
About this Plan

La verdadera libertad en Cristo no es un permiso para imponer ni dividir, sino una invitación a amar, acoger y edificar. La verdadera libertad en Cristo no destruye, edifica; no impone, considera; no divide, une en amor y verdad. El principio que debe guiarnos no es el derecho individual, sino la edificación mutua: lo que no construye, debilita.
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