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Bienvenidas, el Tip número cuatro es “Cúbrelos en oración”

Ahora que mis hijos son adultos oro más que cuando eran pequeños. Por que ya no puedo ser parte completamente de sus vidas, están extendiendo sus alas y debo dejarles que las abran y comiencen el vuelo. Desde que conocí a mi esposo oramos por nuestros hijos. Desde hace casi 30 años hemos orado por ellos, aun antes de casarnos y de que ellos nacieran.

No tenemos el hogar perfecto, y estamos muy lejos de serlo, pero a través de los años hemos visto cómo el Señor ha suplido, abierto puertas y hasta hecho milagros. Algo que hemos aprendido es que debemos pedir por cosas que edifican y levantan la vida espiritual de nosotros o de otros. Las oraciones por placeres y otras cosas triviales no son agradables a Dios. Él sabe lo que necesitamos y nos proveerá conforme a nuestra necesidad. Y no hay nada que conmueva más el corazón de Dios que las oraciones de una madre, de un padre, por sus pequeños. Por eso es muy importante que los cubramos en oración. Hay que enseñarles que sólo Dios tiene el poder y suficiente amor y gracia para ayudarnos.

Enseñarles que ellos son parte del pueblo de Dios. Que en Dios tienen un Padre amoroso y fiel. Amada, quisiera darte una recomendación: ora mucho por tus hijos y enséñales la razón por la que oras, sé intencional y antes de orar, explícale el porqué y para qué, no sólo hagas de la oración una rutina. Por ejemplo, antes de comer pregunta: ¿Sabes por qué oramos por los alimentos? ¿Sabes por qué oramos por los enfermos? Busca bases bíblicas y sobre todo vive como un ejemplo mostrándoles tu vida de oración. Nuestros hijos saben a quién acudir en todo momento, cómo, y por qué. Mi esposo y yo les hemos enseñado que sólo Dios tiene el poder y suficiente amor y gracia para ayudarnos.

Conforme pasa el tiempo ellos están conociendo la vida de adultos, pero las verdades aprendidas en la Palabra de Dios y nuestras oraciones les acompañarán siempre.