Primero Lo PrimeroSample

Se vale regresar
Te sugiero leer la siguiente porción de la Biblia antes de continuar con nuestro estudio de hoy y último día de nuestro plan. Lucas 15:11-32
Si tuviste a bien leer esta porción antes de este párrafo, podrás comprender mejor lo que quiero compartirte.
Probablemente durante estos días has reflexionado, y espero que así haya sido, sobre cómo está tu vida en la actualidad y si realmente estás haciendo la voluntad de Dios, o el mundo te ha absorbido y has caído en sus redes. Tal vez llegaste a un punto donde piensas que tocaste fondo, que tal vez te dejaste llevar por lo que el mundo hace, incluso tal vez hayas pensado que lo que hiciste es peor que solo querer cosas materiales porque preferiste tener una vida apartada de Dios. Tal vez tuviste mucho de algo y tus malas decisiones te hicieron perder todo. Quizás arruinaste tu matrimonio o alguna relación, malgastaste tus recursos, le hiciste daño a alguien o decepcionaste a personas que confiaban en ti. Creo que todos hemos hecho cosas que sabemos que no le agradan a Dios y que no merecemos el perdón de él ni de las personas a quien defraudamos. Podemos sentirnos miserables, lo peor, y que no hay manera de que podamos corregir nuestra manera de vivir.
La historia del hijo pródigo habla de un hombre que desperdició todo lo que tenía, que gastó todo en cosas inútiles, sin medida, sin razón. Se quedó sin nada, absolutamente nada. Ese hombre debió sentirse devastado, avergonzado, lo peor de lo peor. Se dio cuenta que todo lo que gastó en su momento le generó placer, deleite, felicidad, probablemente se hizo de amigos que solo estaban con él porque tenía recursos para divertirse y perderse en una vida que fingía tener sentido. Tocó fondo, volteó a su alrededor y se dio cuenta que no tenía nada y nadie estaba con él. Podría haber continuado su vida así, lejos de casa, mendigando sobras de comida y viviendo la vida que ahora tenía por sus malas decisiones, pero no lo hizo, tomó una decisión que seguramente no fue fácil. Se levantó de ese lodo, y regresó a casa de su padre. En el camino debió pensar que tal vez lo rechazaría o que probablemente lo reprendería o que no entendería lo que pasó durante ese tiempo. Tal vez pensó en mejor ya no volver y dirigirse a otro lado, pero decidió seguir, llegó a casa y habló con su padre. Lo primero que hizo al estar frente a él fue reconocer su pecado. Luego continúa la historia diciendo que el padre se movió a misericordia cuando vio ese arrepentimiento tan sincero y lo abrazó y lo besó, lo vistió con lo mejor, hizo fiesta y se regocijó porque su hijo estaba muerto y había revivido, se había perdido y ahora era hallado.
Podrías leer la historia nuevamente y te sugiero que lo hagas, pero ahora usando tu nombre en lugar del hijo y a Dios como el padre.
Si crees que tuviste una vida donde preferiste el mundo antes que Dios, no te quedes así, regresa a los brazos del Padre, reconoce tu pecado y pídele perdón. Tenemos un Dios de misericordia que te perdonará y hará fiesta porque después de perderte has sido hallado porque no estás más muerto, sino ahora tienes vida en él.
Dice 1 Juan 1:9 que: “si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad". No importa cuántos ni qué pecados hayas cometido, lo importante es reconocer que eres pecador y pedirle a Dios que te perdone y él lo hará. Hechos 3:19 dice: “Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”. Arrepiéntete y vuelve al camino de Dios, para que tus pecados sean borrados y entonces tendrás tiempos de refrigerio, de descanso, de paz, por medio de nuestro Señor. Eso que te agobia, que te estresa, que te confunde, no lo hará más, porque descansarás en los brazos de Dios quien como a ese hijo, te abrazará y te besará lleno de regocijo.
Pasar por todo esto y hacer todos estos cambios que hemos comentado estos días sólo serán posibles si tienes a Cristo en tu corazón. Si aún no lo tienes o no estás seguro, puedes hacerlo hoy, en este momento.
Cuando alguien toca a tu puerta tienes tres opciones: Ignorar al que toca hasta que se vaya, rechazar a quien toca o abrirle la puerta y dejarlo pasar. Apocalipsis 3:20 nos habla de esto con palabras de Jesús: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Jesús está llamando a la puerta de tu corazón, ¿qué decides hacer? ¿Ignorarlo, rechazarlo o abrirle la puerta de tu corazón y dejar que entre en él y se quede ahí contigo para siempre?
Si decides abrirle tu corazón te invito a hacer una oración donde le digas a Jesús que reconoces tu pecado, que te arrepientes de lo malo que hiciste y quieres abrirle la puerta de tu corazón y aceptarlo en él. Puedes leer la siguiente oración en voz alta, con convicción y sinceridad de corazón: Señor Jesucristo, reconozco que soy pecador, me arrepiento de todos mis pecados; creo que moriste por mí en la cruz; en este momento te abro la puerta de mi corazón y te recibo como mi Salvador personal. Gracias Señor Jesús por haber entrado en mi corazón. Amén.
Si tú hiciste esta oración con fe y sinceridad a partir de este momento tienes a Cristo en tu vida, vive en tu corazón y has ganado la vida eterna por gracia. Ahora hay festejo en el cielo porque muerto estabas, pero hoy vives.
Que el Señor guíe tus pasos para andar por sus caminos, que te ayude a permanecer en él y mantengas puestos tus ojos en Jesús. De todo corazón deseo que decidas buscar a Cristo, ofrecer tu vida en sacrificio y amarlo con todas tus fuerzas, con toda tu alma y con toda tu mente, recordando cada día hacer Primero lo primero. Que el Señor te bendiga.
Más en mi Instagram.
About this Plan

Imagínate ganar todo lo que el mundo te ofrece, pero a cambio perdieras tu alma. Nuestra vida cotidiana, nuestro entorno y las personas que nos rodean, pueden hacernos perder la visión de lo que Dios quiere para nuestra vida. Nos enfocamos tanto en querer agradar al mundo de muchas maneras que las vanidades, el ego, el trabajo, los afanes, la fama, diversión sin control, podrían representar un obstáculo para vivir una vida conforme a la voluntad de Dios. Descubramos juntos que podemos vivir una vida agradable a Dios si decidimos hacer Primero lo Primero.
More