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No hagas lo que el mundo hace
Podríamos hacer muchas cosas, técnicamente nadie nos lo prohíbe, pero no necesariamente nos conviene hacer lo que queramos hacer. En 1 Corintios 6:12 aprendemos que todo nos es permitido, pero no todo nos edifica ni nos conviene. Y en Gálatas 5:16-17 el apóstol Pablo nos instruye para que no nos dejemos llevar por los deseos de nuestra carne, para no hacer lo que queremos porque lo que deseamos en la carne va en contra del Espíritu de Dios.
Piénsalo, obtienes esto y aquello; consigues esto otro, logras aquella meta, pero en el camino, para lograrlo, sacrificaste las cosas de Dios, te alejaste de él, lo desobedeciste, lo olvidaste, o tal vez ni siquiera lo consideraste; no lo hiciste parte de ese logro. Tu vida continúa, todo parece andar bien, pasa el tiempo, los años y toda marcha de maravilla, pero has tenido una vida apartada de Dios y un día llegarás ante su presencia y rendirás cuentas, y verás todo lo que ganaste en tu vida, en una vida donde tu alma nunca le perteneció a Dios. Piensa, ¿realmente ganaste algo?
Porque "¿Qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma?" Mateo 16:26
No necesariamente todo lo que el mundo nos ofrece por muy atractivo que parezca nos va a satisfacer, lograras una y otra cosa, tendrás mucho y no estarás satisfecho, porque no es el mundo el que te llena, las cosas del mundo caducan, pero las cosas de Dios son eternas.
Podemos ver en 1 Juan 2:17 que las cosas del mundo pasan, pero el que hace la voluntad de Dios permanece.
Por eso la Palabra de Dios nos enseña que todos esos anhelos que tenemos en nuestro corazón, esos deseos, logros y metas que queremos alcanzar son posibles si dependemos de Dios, si confiamos en él y dejamos que él nos dirija. Para esto, lo que debemos hacer es comenzar por el principio, haciendo lo primero. Mañana descubriremos qué es lo mejor que podemos hacer. Por hoy medita en esto:
¿Realmente vale la pena querer hacer todo lo que quiero sin depender de Dios?
Las cosas del mundo quedarán aquí en el mundo y pasarán, lo que hacemos conforme a la voluntad de Dios permanecerá.
About this Plan
Imagínate ganar todo lo que el mundo te ofrece, pero a cambio perdieras tu alma. Nuestra vida cotidiana, nuestro entorno y las personas que nos rodean, pueden hacernos perder la visión de lo que Dios quiere para nuestra vida. Nos enfocamos tanto en querer agradar al mundo de muchas maneras que las vanidades, el ego, el trabajo, los afanes, la fama, diversión sin control, podrían representar un obstáculo para vivir una vida conforme a la voluntad de Dios. Descubramos juntos que podemos vivir una vida agradable a Dios si decidimos hacer Primero lo Primero.
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