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Hemos estado explorando esta simple pero poderosa oración: “Jesús, gracias”. La gratitud no significa estar feliz cuando suceden cosas malas. El punto es permanecer agradecido incluso cuando ocurren cosas malas. Es hacer de la gratitud un estilo de vida.

La gratitud es como un filtro a través del cual ves el mundo. Cuando eres una persona agradecida, ves las cosas de manera diferente. Ves esperanza en el horizonte. Crees en que Dios está haciendo que todas las cosas sean para bien.

Practicar la gratitud invita a Dios a obrar de nuevas maneras en cada circunstancia, sin importar las dificultades que enfrentes. Es una elección diaria que te ayuda a evitar reacciones negativas como el resentimiento, la amargura y la ira, y te ayuda a seguir fluyendo con el Espíritu.

La gratitud también libera dopamina, serotonina y otros químicos que nos hacen sentir bien, como mencioné antes. Eso significa que practicar la gratitud te hace sentir más feliz. Libera gozo y paz.

Para aumentar tu gratitud, considera hacer una lista de agradecimiento. Escribe todo por lo que estás agradecido y agrega más a la lista diariamente. Esto te ayudará a evitar que las quejas y los lamentos se apoderen de tu corazón, y será una protección contra las trampas de la comparación y los celos.

Reflexiona

¿Qué significa para ti elegir un filtro de gratitud? ¿Cómo te ayuda la gratitud a ver las cosas de manera diferente?