Devocional Juvenil Experiencia de Adoración de 40 DíasSample

El resultado natural de amar a Dios es amar a los demás. ¿Por qué? Porque Dios también los ama. Por supuesto, todos los días probablemente te encuentres con algunas personas que no son fáciles de amar. La oración sencilla “Jesús, te amo” debería llevarte a una oración similar: “Jesús, ayúdame a amar como Tú amas”.

Esta oración muestra tu deseo de interactuar con otros como lo hizo Jesús, compartiendo el amor de Dios con ellos. A medida que pasas tiempo con Dios cada mañana, no te sorprendas si Él pone en tu corazón a personas que necesitan Su amor. Todos necesitan amor, y puedes compartir Su amor cada día con los que te rodean. Aunque las personas no puedan ver a Dios, pueden experimentar Su amor a través de tus acciones y palabras.

Ya vimos que Dios nos amó antes de que siquiera lo conociéramos o hubiéramos hecho algo para merecer ese amor. De la misma manera, deja que tu amor hacia los demás sea incondicional. Tal vez no merezcan amabilidad, pero aún puedes mostrarla. Tarde o temprano, tu comportamiento amoroso hacia otros usualmente mejorará su comportamiento hacia ti. Así como el amor de Dios nos cambia, el amor que mostramos a otros puede transformarlos y motivarlos a vivir de manera diferente.

Cuando oras: “Ayúdame a amar como Tú amas”, el corazón de Dios se convierte en el tuyo, y Su amor comienza a fluir a través de ti. Él te llena con Su amor, y eso te equipa para desbordar tu amor sobre los demás. No tienes que ser perfecto en esto porque crecer en amor es un proceso. Sigue llenándote del amor de Dios y deja que el amor fluya de ti a lo largo del día.

Reflexiona

¿Qué significa para ti amar a los demás como Jesús lo hace? ¿Puedes pensar en un momento en que le mostraste el amor de Dios a alguien? ¿Qué sucedió?