Devocional Juvenil Experiencia de Adoración de 40 DíasSample

Siempre me ha asombrado cuántas canciones, películas, poemas y libros giran en torno al tema del amor. A donde sea que mires, la gente está hablando de amor, cantando sobre el amor y escribiendo sobre el amor. No se me ocurre ningún otro tema o emoción que se acerque siquiera en popularidad.

Esto no debería sorprendernos. Dios es amor, y fuimos creados a Su imagen. Por lo tanto, el amor es tanto algo natural como divino. Nos conecta con Dios, y cuando amamos, revelamos a Dios.

Alguien una vez le preguntó a Jesús cuál era el mandamiento más importante. Jesús respondió: “‘Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente’. Este es el primer mandamiento y el más importante. Hay un segundo mandamiento que es igualmente importante: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’” (Mateo 22:37–39).

El hecho de que Jesús resumiera todos los mandamientos de Dios en estos dos—amar a Dios y amar a los demás—es importante. El amor está en el centro de nuestras almas y nuestras relaciones. No es solo un detalle, un lujo o un pensamiento agradable. Es esencial para nuestra salud y bienestar. Al igual que la gratitud, el amor desencadena la liberación de importantes hormonas como la serotonina, que ayuda a estabilizar nuestro estado de ánimo, nos da una sensación de bienestar y felicidad, y mejora nuestro cuerpo físico. Fuiste creado con una necesidad física, mental y emocional de habitar en el amor.

Esta mañana, haz del amor el foco de tus oraciones. Permite que la presencia de Dios (¡quien es amor, recuerda!) te impregne con Su corazón. Ora: “Jesús, te amo”, y deja que el amor de Dios y hacia Dios tome el centro de tu vida.

Reflexiona

¿Por qué crees que Jesús dijo que todas las reglas y leyes se resumen en amar a Dios y amar a las personas? ¿Cómo te ayuda el amor de Dios a amar mejor a los demás?