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Una vida de intimidad con DiosSample

Una vida de intimidad con Dios

DAY 48 OF 365

Volverse a enamorar

“Israel, Israel, yo volveré a casarme contigo y serás mi esposa para siempre... Seré para ti un esposo fiel, sincero y lleno de amor”, Oseas 2:19 (TLA).

¿Cuántas personas divorciadas se vuelven a casar con su antigua pareja? Solo ocurre excepcionalmente. Esto demuestra lo difícil que resulta enamorar a la misma persona. Sin embargo el pueblo de Dios creía que podía ‘enamorar’ a Dios rápidamente: “Entonces los israelitas dijeron: “¡Volvamos a Dios!... Dos o tres días le serán suficientes para restaurarnos por completo”, Oseas 6:1-2 (TLA). Querían sanidad, libertad y bendición pero al menor precio posible. No querían rendirse a Dios sino, contentarlo un poco para que suelte su favor.

Oseas refleja el amor de Dios por un pueblo que reiteradamente era infiel; también muestra una faceta del amor de Dios que resulta bella y cautivante: Dios decide reconquistar ese amor perdido. Observa como comienza el libro: “Para mí, Israel fue como una esposa, pero me fue infiel... Cuando visita a sus amantes se pone joyas y les lleva regalos, pero a mí me tiene olvidado... ¿Qué voy a hacer con ustedes?, ¿cómo debo tratarlos? Ustedes dicen que me aman, pero su amor es como la niebla y como el rocío de la mañana: ¡muy pronto desaparecen!”, Oseas 2:2; 13; 6:4 (TLA).

Ahora medita en estas palabras: “Israelitas, ¡yo no puedo abandonarlos! ¡No sería capaz de hacerlo! ¡No podría destruirlos!... ¡Mi gran amor por ustedes no me lo permite!, Oseas 11:8 (TLA). “Los amaré de pura gracia”, Oseas 14:4.

Volveré a conquistarla...”, Oseas 2:14 (NTV). Voy a seducirla...” (PDT). Yo la voy a enamorar...” (DHH). Volveré a cortejarla... me ganaré su corazón (RVC). “Llevaré a Israel al desierto, y allí, con mucho cariño, haré que se vuelva a enamorar de mí(TLA).

Él realmente nos ama. Esta verdad debe ser revelada a nuestro espíritu. Dios se entristece cuando no lo amamos. Si hoy decides amarlo y honrarlo, Él se deleitará en tener comunión contigo. Si tú te olvidas de Él, se entristece y sufre por tu descuido, apatía y desamor. No corresponder con amor apasionado al amor de Dios le produce mucha congoja. Es tiempo de cambiar la historia. Volvamos a sus brazos, enamorémonos de Él; digámosle al Señor que queremos conocerlo, que anhelamos saber qué piensa, qué siente y cuáles son sus deseos. ¡Dios quiere revelarse a nosotros y hoy es el día!

Toma un tiempo de devoción sentida. Con palabras dulces y apasionadas dile al Señor cuánto lo amas.