UNA SEDUCTORA E INFIEL MUJER CASADA

NINGÚN HOMBRE TOMA EN SERIO A UNA MUJER QUE SE LE INSINÚA

La Biblia nos da un detalle muy particular sobre esta mujer al aclarar que esta descarada mujer era casada. Ella no era judía y adoraba dioses falsos. El detalle de que ella tenía marido ayuda a despejar las dudas de quien hubiese pensado que se trataba de una mujer sin marido. Cultural y socialmente se asocia la inmoralidad sexual con mujeres “solas” o que no tienen pareja porque creen que estas mujeres están necesitadas de actividad de índole sexual. Pero esa percepción es falsa, ya que la moral de una mujer no está dictada por su estado civil. De esta mujer sabemos que se vestía como una prostituta, que salía a la calle a buscar hombres, que tenía mala fama, que era descarada, que no disimulaba cuando llamaba la atención de los hombres y que le gustaban los jovencitos. La historia relata como un jovencito imprudente cayó en las redes de esta mujer porque ella le ofreció algo que al curioso joven le interesó. Ella lo invitó a su casa a tener relaciones sexuales y le aseguró que su marido estaba de viaje. El relato bíblico trata de poner de ejemplo a esta mujer para decirle a los jovencitos que se alejen de mujeres así.

De esta mujer descarada podemos aprender que:

• La inmoralidad sexual es una de las peores características que una mujer puede exhibir. “No tengan relaciones sexuales prohibidas. Ese pecado le hace más daño al cuerpo que cualquier otro pecado” (1 Corintios 6:18).

• Una mujer descarada que demuestra exceso de sensualidad y que exhibe su cuerpo nunca será respetada, más bien se expone al descrédito y la burla de los demás.

• Tener mala fama no le deja ninguna ganancia a una mujer. Por el contrario, esos estilos de vida la persiguen de por vida, perjudicándole en otras áreas más allá de su intimidad.

• Una mujer sin marido debe estudiar bien los avances amorosos de un hombre para asegurarse que no está exponiendo su reputación en vano. Muchas se emocionan al conocer un nuevo galán y se exhiben con él, para luego darse cuenta de que esa relación no convenía. Luego dicen que se burlaron de ella o que fue “usada”. Una mujer no debe dejarse “usar".

• Respeta tu hogar y a tus hijos al no recibir hombres que se “quedan a dormir” en tu casa.

• A la miseria le gusta la compañía, por eso una mujer no debe dejarse aconsejar en este sentido de otra mujer que está involucrada en inmoralidad sexual. Esa persona no será objetiva, ya que no le ve nada malo a lo que usted hace, porque ella lo hace también.

• La edad si importa en las relaciones. Es de mal gusto que una mujer adulta esté seduciendo hombres mucho más jóvenes. Esas relaciones rara vez funcionan y la mayoría de las mujeres que hacen esto lo convierten en un estilo de vida.

En la sociedad tenemos una jerarquía que le adjudica a las mujeres casadas el más alto rango de seriedad. Las mujeres sin marido van al final de esta categoría. Todas podemos ayudar a cambiar esta percepción dando un buen ejemplo moral. Una mujer sin marido debe ser una mujer seria, de altos estándares morales y dedicada a cultivar su vida. Cuando vaya a aceptar a algún hombre, asegúrese que lo hará de una manera que su reputación no quede empañada cuando ese hombre desaparezca de su vida. Y sobre todo respete su hogar para que las bendiciones sobreabunden sobre el. “Al hombre honrado, Dios lo bendice” (Proverbios 10:6).

Estas son las reglas bíblicas en 1 Corintios 7 sobre tener relaciones sexuales fuera del matrimonio.

A: “En cuanto a aquello que pusieron en la carta que recibí de ustedes, de que «es mejor no tener relaciones sexuales», por supuesto que es mejor, aunque mejor aún es que cada hombre tenga su propia esposa, y que cada mujer tenga su propio esposo, para que no caigan en relaciones sexuales prohibidas" (v.1-2).

B: “Pero si no pueden dominar sus deseos sexuales, es mejor que se casen. Como dice el dicho: «Vale más casarse que quemarse»”(v.9).