El Poder Espiritual De La ConsagraciónSample

Vamos al taller del Maestro

¡Al taller del Maestro vamos, pues Él reparará nuestro altar, lo encenderá y lo pondrá en fuego! ¡En Avivamiento!

Así es, Jesús ha tomado la iniciativa de invitarnos a Su taller por varias semanas y meses para que “lo experimentemos muy de cerca” y ¡logremos conocerlo íntimamente y amarlo sin estorbos!

Cada día, durante este tiempo de buscar avivamiento, dejaremos que Jesús, por medio de su Santo Espíritu, labre en nuestros corazones las enseñanzas más básicas y profundas sobre la humillación, la consagración espiritual y la vida de altar, cuyo exponente más alto es Él mismo.

Entremos a este tiempo de humillación y consagración espiritual con la actitud que describe el Salmista colombiano Alex Campos en su famosa canción: “Al Taller del Maestro”, que ha tenido muchos millones de visitas en YouTube:

“Al taller del Maestro vengo, pues Él me curará.
Me tomará entre sus brazos y cada herida sanará.
Las herramientas del Maestro, mi alma Él remendará.

Martillo en mano y mucho fuego, aunque me duela ayudará.

A conocerlo y a entenderlo, a saber que nada merezco.
Amar es más que un pretexto, es una entrega, es un negar.

Más que aquel sentimiento, es la decisión de amar.

Al taller del Maestro vengo.
allí, allí el sol se pondrá

¡Al taller del Maestro vengo!
Carpintero, mi alma aquí está.
¡Al taller del Maestro vengo!
No importa el tiempo que allí he de estar.

¡Al taller del Maestro!

Aquí estoy, Carpintero.
¡Al taller del Maestro vengo!
Martillo en mano, martillo en mano y mucho fuego.

¡Al taller del Maestro vengo!
Aunque me duela, aunque me duela, yo sé que el sol me ayudará.

Mi buen Señor, mi buen Jesús...”

TALLER DE VIDA

1. ¿Aceptas entrar al taller del Maestro para que trate a fondo con tu vida?
2. ¿El Maestro puede sanarte utilizando herramientas que te causen dolor? ¿Por qué?

ORACIÓN

“Señor Jesús: Quiero hacer un alto para decirte sí, mi Maestro, quiero que guíes mi vida al camino que tú tienes en mente. Quiero honrarte y no perderme ningún detalle del gran Avivamiento decretado por ti. Amén”.