El Poder Espiritual De La ConsagraciónSample

Impactando la cultura desde donde estoy

La consagración de mi vida es un acto diario de rendición bien consciente:

Estos pasajes, como muchos de los que están en las Escrituras, nos enseñan que Dios anhela de nosotros la adoración. Y este proceso de adorarle nos lleva a que nuestras vidas, cada día, sean santificadas por la obra y el poder de Su Santo Espíritu. ¡Por Dios mismo!

Esto se traduce en un Dios amador de sus hijos, que les enseña una vida de consagración; en un Padre que da la guía, la instrucción de una vida totalmente entregada a Él. Y, a través de la transformación que Él realiza en mí, me da a conocer Su voluntad, que es buena, agradable y perfecta. ¡Y me lleva a ser un reflejo de Su propio carácter!

Una vez más: La consagración es un acto diario de rendición, es presentar mi cuerpo en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios.

LA CONSAGRACIÓN DE MI VIDA TIENE QUE SER BIEN INTENCIONAL

Ser intencional en revisar mi condición (como cultura de vida espiritual).
Ser intencional en revisar mi corazón, mis pensamientos a la luz de Su presencia (culto racional).

Ser intencional en la fidelidad e integridad, porque sin ellas jamás habrá consagración, aunque se la haga de boca.

Ser intencional en la perseverancia y disciplina del carácter, en la comunión con Dios.
Ser intencional en caminar con Cristo sin dobleces. Es decir, sin doble vida, agenda y discurso.

La doblez del corazón y el ánimo construyen inconscientemente una vida de dos altares, donde hay dos voces, dos intereses, dos dominios, dos influencias, dos agendas, dos planes, dos caras o más, etc.

Es diferente tener el altar dañado a tener dos altares. Esta última es una situación de esclavitud espiritual, o sea somos prisioneros de nuestros enemigos.

LA CONSAGRACIÓN DE MI VIDA ES UN PROCESO CONSCIENTE QUE DEMANDA CARÁCTER

La consagración de mi vida es ser conscientes de que este es un proceso diario (renovación de nuestro entendimiento), el cual nos lleva a reflejarlo. Y, de esta manera, impactamos en el entorno, en el corazón de muchos que necesitan esperanza, identidad, amor y salvación. Esto nos lleva, necesariamente, a impactar la cultura que hay en nuestra comunidad, ciudad y país.

Cuando permito el trabajo de Dios en mi vida, me lleva directamente a cumplir el “resumen de la ley y los profetas”. Esto nos enseñó Jesús.

Al dejar que Dios obre, renueve y transforme el entendimiento y corazón, consagramos nuestras vidas de tal manera que le amamos con todo el corazón, alma y mente y, consecuentemente, aprendemos a amarnos como Él lo hace (fruto) y a amar a los demás (prójimo). Esto permite, no sólo que nuestra vida sea cambiada e impactada, sino que las vidas de nuestro entorno también sean transformadas, generando así una cultura espiritual agradable delante de Dios.

Si queremos Avivamiento, Dios es el Alfarero Divino que nos invita a un proceso profundo de vida en Él, que consiste en nuestra renovación y transformación diaria.

TALLER DE VIDA

1. ¿Estás dispuesto a una renuncia total? ¿Hay algo que te lo impida?
2. ¿Te animas a pedir procesos espirituales profundos? ¿Hay algo que te lo impida?
3. Escanea tu corazón. ¿Las respuestas anteriores son altares en tu vida?
4. ¿Consideras que necesitas la reconstrucción de tu carácter espiritual?

ORACIÓN

“Señor: Me humillo delante de Ti y te pido perdón por mi doble ánimo. ¡Renuncio a la vida de dos altares! Padre, transfórmame y llévame a procesos espirituales intencionales. Dios Trino, guíame a una vida de cultura espiritual de rendición y reconstruye mi carácter espiritual. Restaura en mí el templo del Espíritu Santo y que, por fin, brote el corazón de adorador que Tú pusiste en mí. Amén”.