El Poder Espiritual De La ConsagraciónSample

Un acto diario de rendición espiritual “Quiero llevar lo Tuyo, Jesús, y te pido que lleves lo mío. Jesús Amado, te rindo mi vida, porque quiero manifestar lo Tuyo y no lo mío. Te rindo mi mente, mi corazón, porque quiero tener tu mente y tu corazón. Te rindo todos mis derechos, porque quiero ser discípulo sometido a tu gobierno. Te rindo mis sueños, planes y metas para que Tú los depures y alinees a Tu plan. Te rindo mi familia. No es mía, es Tuya. No soy dueño de nada, porque Tú eres mi dueño. Quiero llevar lo Tuyo, Jesús. Te pido que lleves lo mío. Te rindo mi profesión y mi oficio, porque quiero ser instrumento de bendición. Te rindo mis negocios y mi economía, porque todo es tuyo, nada es mío. Te rindo mis problemas y pruebas, porque quiero hallar descanso en Ti. Te rindo mis vacíos y miedos, porque quiero que Tú me llenes con lo Tuyo. Mi pasado, presente y futuro los pongo en Tus manos. No quiero llevarlos en mí. Quiero llevar lo Tuyo: Tu carga que es liviana y Tu yugo que es fácil de llevar. Te rindo mis días, mi tiempo y agenda porque quiero que Tú seas mi más alta prioridad. Te rindo mis luchas, batallas internas y externas. Tú peleas por mí y yo necesito reposar. Quiero llevar lo Tuyo, Jesús, y te pido que lleves lo mío. Al rendirme a ti acepto Tu gobierno total. Al rendirme ante Ti, oh Dios, estoy poniendo mis asuntos en Tus manos, para hacer que fluya, y así trascender mil generaciones. Me enseñaste que la rendición espiritual es un acto de muerte al Yo y un acto de fe: Confiar en Dios y descansar espiritualmente. Sin rendición no hay paz ni sosiego. Me rindo ante Ti, oh Dios, para que se manifieste Tu vida en mí y a través de mí. Me rindo ante Dios, para someter mi esfuerzo propio y mi potencial. Y así dejar que Tu poder lo haga, que Tú lo logres y yo ser barro en Tus manos. Me rindo totalmente ante Ti, oh Jesús, para tener verdadera intimidad Contigo”. Rendirlo todo a Dios es dejar de actuar para que Él actúe en Su poder y soberanía. Es darle paso a lo de Dios, en vez de lo mío. Rendirse a Cristo es crucificar la vida natural/carnal, para que gobierne la vida sobrenatural en el cristiano. TALLER DE VIDA 1\. Haz el compromiso de dejar de luchar e intentar en tu carne. 2\. Escribe una lista con lo que vas a soltar para darle paso a lo de Dios. ORACIÓN: Para que dejes de luchar con tu carne y te rindas a Dios. Declara muerte a tu Yo carnal y así Su gracia te visitará.