Tu Propósito No Está en Tu PerfecciónSample

Día 5: Tienes un propósito en cada etapa de la crianza

La maternidad puede sentirse como un torbellino de narices que limpiar, almuerzos que preparar y entrenamientos a los que ir en coche. ¿Qué quedará cuando los pequeños a quienes dedicaste una etapa tan larga de tu vida ya no necesiten que les limpies la nariz ni que los lleves a sus entrenamientos de fútbol? ¿Seguirás sabiendo que tu vida tiene un gran propósito y valor?

O quizás eres una mamá que siente que la crianza ha desviado tu propósito. Cuando tenía solo 25 años, tenía una exitosa carrera como terapeuta matrimonial y familiar. El futuro profesional era brillante, pero cuando sentí el llamado de Dios a las misiones, dudé en pausar mi carrera y me subí a un avión para pasar seis meses en Sudáfrica. Casi de inmediato, conocí a un niño que necesitaba urgentemente una mamá. Yo era soltera y vivía en una zona rural peligrosa del país. Este dulce niño no tenía documentación. Convertirme en su madre significó criar sola a mi hijo en la selva africana y renunciar a todo lo que creía que sería mi vida. La transición de mi corazón a ser madre no fue nada agradable, como mínimo.

Me pregunto si Pedro y los discípulos se identificaron. Lo dejaron todo para seguir a Jesús, y no parecía ser como esperaban. Querida mamá, si tu propósito depende de las circunstancias de este mundo o del comportamiento de otras personas (¡incluidos tus hijos!), la vida sin duda te decepcionará.

Jesús le preguntó a Pedro quién decía la gente que era Él. Pedro le respondió que el mundo tenía muchas opiniones sobre Jesús, pero él sabía que Jesús era el Señor. Fue entonces cuando Jesús le dijo a Pedro que él era la roca sobre la que edificaría su iglesia. El llamado de Pedro se manifestó de manera diferente en las distintas etapas de su vida.

Mis etapas han cambiado mucho desde que tomé ese vuelo a Sudáfrica. Más de 15 años después, sigo en Sudáfrica, pero en una ciudad ruidosa con mi esposo, dos niños pequeños, ¡y ese niño pequeño que conocí hace años es un adolescente que me sobrepasa! Cuando finalmente pude entregarle mis esperanzas y sueños a Jesús, comencé a ver que mi vida tenía un gran propósito. ¡Sus planes eran mucho mejores que los míos!

Mamá, no te apoyes en tu etapa actual. La vida siempre está cambiando, pero Jesús es el mismo ayer, hoy y mañana. Si estás dispuesta a depositar tus esperanzas y sueños a sus pies, confiesa que Él es el Señor, entonces Él le dará a tu vida un gran propósito.

Oremos: Gracias, Señor, porque tus caminos son más altos que los míos y porque todo lo que haces obra para mi bien. Padre Celestial, ¿me declararás tu buen propósito en mi vida y me ayudarás a saber cómo vivir conforme a él en esta etapa? ¿Me ayudarás a vivir con alegría como me creaste en cada etapa? Te amo, Jesús. Amén.

Con cariño,

Kacy Ladd

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Ánimo, mamá: Jesús te ve, te ama y te acompaña en todo. 💛