Tu Propósito No Está en Tu PerfecciónSample

Día 1: No fuiste hecha para ser la mamá "perfecta"

¡El amor de una madre es una fuerza absoluta! Queremos lo mejor para nuestras familias, lo que a menudo nos hace creer que tenemos que ser las mejores. El mundo nos dice que nuestro propósito en la vida reside en nuestra perfección. "Deberíamos" ser capaces de satisfacer las necesidades emocionales, espirituales y mentales de nuestros hijos, asegurándonos de que ganen todos los trofeos y coman todas las verduras orgánicas que hemos cultivado y preparado para ellos.

Suena ridículo, pero simplemente revisa tus redes sociales o tus propios patrones de pensamiento. Cuando lo hice (y cuando vi mi huerto fracasado en el patio trasero), vi algunos estándares decepcionantes e inalcanzables. Es abrumador creer que no estás logrando tu propósito si no puedes lograr que tu hijo pequeño deje de tener rabietas en el supermercado o que tu hijo adolescente deje de rebelarse. (¡Créeme, tengo un hijo pequeño y un adolescente!)

Mamá, vamos a recibir buenas noticias de uno de las compañeros más cercanos de Jesús. Pedro tenía fama de hablar demasiado rápido, dejarse llevar por sus emociones y cometer errores tremendos. ¿Acaso alguna otra mamá se identifica con esto? Pero Pedro no pasó a la historia como "el que no daba la talla". Jesús lo llamó la roca sobre la que edificaría su iglesia.

Jesús no dijo que si Pedro fuera mejor, sería feliz. Jesús dijo que su gozo se completó al morir en la cruz para borrar para siempre sus defectos, junto con los míos y los tuyos. Todo el propósito y la grandeza que vemos en la vida de Pedro no tienen nada que ver con lo que hizo ni con quién era. Se trata de lo que hizo Jesús y de quién es Jesús. La vida de Pedro fue dedicada a un gran propósito que, en última instancia, cambiaría el mundo porque, por encima de todo, quería que Jesús fuera el Señor de su vida.

Mamá, tu mayor propósito en esta tierra no es ser una gran esposa ni la madre perfecta. Tu propósito principal es conocer el amor de Jesús y dejar que Él sea el Señor de tu vida. Todo lo demás bueno fluye de ahí. Cuando Jesús es el Señor en cada área de tu vida, derriba todos los demás estándares y se convierte en tu perfeccionador. Así que, mamás, anímense y caminemos juntas para encontrar paz inquebrantable y propósito eterno en una relación amorosa con Jesús, nuestro Señor.

Oremos: Jesús, gracias por morir para que yo pudiera vivir; no solo vivir, sino vivir una vida plena y con propósito. Ayúdame a reconocer los estándares que me he impuesto y que no provienen de ti, y a soltarlos hoy. Ayúdame a encontrar mi propósito en tu amor por mí para que pueda afrontar cualquier etapa de la vida.

Con amor Kacy Ladd y el equipo del Club de Ayuda para Mamás

¡Hola! Soy Kacy. Estoy muy agradecida de tener la familia más inesperada. Dejé mi trabajo como terapeuta matrimonial y familiar en Texas para hacer un “viaje misionero de 6 meses” a Sudáfrica en 2010, y me quedé cuando conocí a un pequeño niño que necesitaba una mamá. Ese niño ahora es un adolescente que me sobrepasa en altura, ¡y aún me encanta escucharlo llamarme “mamá”!

Cinco años después de criar sola en la selva africana, un hombre de Tennessee también llegó al campo misionero. Nos conocimos y decidimos quedarnos en Sudáfrica y casarnos.

Ahora vivimos en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, fortaleciendo la iglesia local junto con nuestros hijos: un adolescente y un pequeño.

El Club de Ayuda para Mamás se convirtió en un salvavidas para mí cuando me sentía sola en el campo misionero con un bebé nuevo en un país extranjero. Estoy muy agradecida de poder escribir para esta comunidad y de documentar la obra de Dios en mi propia familia en nuestro sitio http://www.ladd.family.