Bondad y Sabiduría en EquilibrioSample

“SENCILLOS PARA EL MAL, SABIOS PARA EL BIEN”

"Porque os hago saber, hermanos, que habéis sido obedientes en todo, y que yo quiero que seáis sabios para el bien, y sencillos para el mal" Romanos 16:19 (RVR 1960).

En la vida diaria nos enfrentamos a decisiones que afectan no solo nuestro bienestar, sino también nuestras relaciones con quienes nos rodean. Algunas decisiones nos acercan a oportunidades y crecimiento, mientras que otras pueden traer problemas o dificultades. Por eso es esencial aprender a combinar la sabiduría con la bondad, usando la cabeza para pensar con claridad y el corazón para actuar con amor. De esta manera, podemos tomar decisiones conscientes, equilibradas y que construyan un entorno positivo para nosotros y para los demás.

Dios no busca personas que sean “inteligentes” a los ojos del mundo, sino personas que vivan con sabiduría divina y corazones limpios.
Para vivir de esta manera —sabios para el bien y sencillos para el mal— necesitamos una fuente mayor que nosotros mismos.

“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía” Santiago 3:17 (RVR 1960)

Esta sabiduría no se aprende solo con libros, sino en la presencia de Dios. Es una sabiduría que combina pureza moral con sensibilidad espiritual, firmeza con amabilidad, y discernimiento con misericordia.

ORACIÓN:

Señor, enséñame a ser sabia para hacer el bien, a tomar decisiones que construyan y fortalezcan mi vida. Guíame a ser sencilla para el mal, manteniendo mi corazón puro y alejándome de lo dañino. Ayúdame a mantenerme en alerta, con discernimiento, para actuar con integridad y bondad en todo momento. Amén.