Intimidad = Un Crecimiento RealSample

📖 Día 1: Ven y Ve

La palabra intimidad es una de las más mencionadas entre quienes seguimos a Cristo, pero pocas veces comprendemos su verdadero significado. En hebreo, una de las palabras que la describe es sod, que expresa: “la cercanía con Dios donde Él comparte sus secretos y planes”. Es decir, tener acceso al Secreto de Dios.

“La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto" (Salmos 25:14 RVR1960).

Cuando Jesús caminó en la tierra, constantemente invitaba a las personas a conocerle más de cerca, a vivir en intimidad con Él. Los que aceptaban esa invitación se convertían en verdaderos cercanos a Dios. Un ejemplo poderoso está en el llamado de sus primeros discípulos:

“Cuando los dos discípulos de Juan lo oyeron, siguieron a Jesús. Jesús miró a su alrededor y vio que ellos lo seguían. —¿Qué quieren? —les preguntó. Ellos contestaron: —Rabí (que significa ‘Maestro’), ¿dónde te hospedas? —Vengan y vean —les dijo. Eran como las cuatro de la tarde cuando lo acompañaron al lugar donde se hospedaba, y se quedaron el resto del día con él" (Juan 1:37-39 NTV).

Ellos querían saber dónde moraba Jesús para estar en lo secreto con Él. Y la respuesta de Jesús sigue siendo la misma hoy: “Ven y ve”. Ese día los discípulos pasaron todo el día con Jesús y, como resultado, tuvieron plena certeza de que Él era Dios. Desde entonces, nunca más se apartaron de Él.

Entre más tiempo pasaban con Jesús, más aprendían a involucrarlo en cada área de sus vidas. Y lo mismo es posible para nosotros hoy. Aunque Jesús no está físicamente aquí como con los discípulos, nos enseñó a cómo buscarle en nuestros tiempos, y a entrar en lo secreto con el Padre:

“Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará" (Mateo 6:6 NVI).

Cada día tenemos la oportunidad de buscarle y conocerle tal como Él es. No hay razón para postergarlo: ¡Él nos espera! En toda circunstancia —sea problema, duda o dificultad— la respuesta siempre será la misma: Ven y ve. Dios en lo secreto te mostrará el camino, y lo más hermoso es que la recompensa es Él mismo: Su presencia, Su guía y un crecimiento real que trasciende cualquier situación.

Jesús ya tomó la iniciativa al hacerse hombre para que lo conociéramos como un Dios cercano, dispuesto a dejarse encontrar. Ahora nos toca a nosotros dar el paso de entrar en intimidad con Él.

¿Estás listo para descubrir lo que Dios tiene preparado para ti en lo secreto? Solo ven y ve… Él te espera en Su morada.

🙏Oración

Padre, enséñanos a buscar el lugar donde Tú moras. Que cada persona que lea este devocional decida entrar en lo secreto contigo, y descubra que en Tu presencia hay seguridad, dirección y un amor tan real que transforma cualquier situación. Amén.

Aplicación del día: Aparta hoy un tiempo a solas con Dios, aunque sea breve. Haz la pregunta de los discípulos: “¿Dónde moras, Señor?”. Luego guarda silencio y permite que Él te muestre su presencia en lo secreto.