Brazos Vacíos, Corazón Que Aún CreeSample

Cuando no hay un nuevo bebé… pero sí una esperanza firme

Quizás al leer mi historia te sentiste feliz por mí, pero al mismo tiempo dolida porque en tu caso, no ha llegado un nuevo bebé... o quizás ya no hay posibilidad de intentarlo de nuevo. Tal vez tu cuerpo fue afectado, tu matriz quedó dañada, tus fuerzas se agotaron o tu corazón ya no puede más. Si es así, este día es para ti.

Quiero decirte con todo el corazón: Dios también está contigo. Tu historia no ha quedado incompleta solo porque no hay un nuevo embarazo. El amor de Dios hacia ti no depende de si fuiste madre biológica o no, ni se mide en hijos nacidos. Él te llama completa, amada, elegida.

En Cristo, hay esperanza incluso cuando no hay respuestas claras. Hay plenitud, aunque no se cumplan nuestros anhelos más profundos como lo imaginamos. Y hay una eternidad donde cada lágrima será enjugada y cada pérdida será restaurada en su gloria.

Dios no te ha dejado fuera de sus promesas. Aún cuando no haya brazos que sostienen un bebé, puede haber manos que levantan a otros, palabras que consuelan, oraciones que cambian destinos. El milagro más grande no siempre está en volver a tener un hijo… sino en volver a creer que Dios sigue siendo bueno.

¡Te envío mi más sincero abrazo, hermana!