Un Servicio De Devoción ApasionadaSample

Día 3: Dependiendo del EspírituSanto para servir según Su voluntad
¿Qué pasa cuando no es como quiero o como me lo imaginaba?
Pero cuando venga el Espíritu Santo… recibirán poder. (Hechos 1:7)
No por casualidad Jesús prohibió a sus discípulos emprender cualquier actividad por su causa antes de que el Espíritu de Dios se posara sobre ellos. Quizás un llamado muy fuerte desde mi interior me impulse a actuar pronto. Quizás la ilusión del impacto que mi servicio pueda provocar me aliente a comenzar en mi tiempo y a mi manera. Lo cierto es que, sin importar qué haga, cuáles sean mis dones o cuál sea el llamado de Dios para mi vida, hay una verdad ineludible: nos urge contar con el poder del Espíritu Santo para servir a Dios de la manera en que Él quiere ser servido.
La pregunta es: ¿Por qué necesitamos el Espíritu Santo para el servicio?
Nos faculta para las obras que Dios espera de nosotros
A lo largo de la Biblia encontramos ejemplos de personas que fueron empoderadas por el Espíritu para emprender las tareas a las que Dios las llamó: Bezalel (Éxodo 31:1-5), Gedeón (Jueces 6:34), Pedro (Hechos 2:14-41). Antes del sacrificio de Cristo, la presencia del Espíritu era temporal, para actividades específicas; sin embargo, con la resurrección de Cristo, el Espíritu Santo viene a nuestras vidas y habita en nosotros para siempre. Su presencia es la fuerza que nos impulsa a hacer aquello que nos parece imposible, que supera nuestras capacidades y excede nuestros límites. Solo el poder de Dios en nosotros puede explicar que, en medio de nuestras falencias y temores, seamos capaces de cumplir la tarea a la que Él nos llamó.
Nos suministra el insumo para lidiar con los desafíos del servicio
Servir no es sencillo, ya sea en el ámbito de la iglesia, en la comunidad o en nuestro hogar. No es fácil servir. Con frecuencia nos topamos con uno de los elementos que más dificultan la tarea: el ser humano. Porque somos difíciles, normalmente podemos generar tantas circunstancias complicadas con nuestra actitud, nuestras palabras y nuestras reacciones, que pronto podemos perder el impulso del servicio y tirar la toalla. ¿Por qué no lo hacemos? Porque el Espíritu de Dios, produciendo su fruto en nosotros, nos ayuda a responder ante el mal con amor, ante la burla con paciencia, ante la queja con gozo y ante la tentación con autodominio. No es fácil servir, pero el Espíritu Santo nos enseña a interpretar y a reaccionar de manera diferente ante las circunstancias difíciles del servicio.
Precisamos del Espíritu Santo. Dependemos del Espíritu de Dios. Porque, en medio de nuestro servicio, el Espíritu Santo va cumpliendo, día tras día, su labor principal en nuestras vidas: transformarnos a la imagen del Hijo de Dios.
About this Plan

Consideramos como servicio cristiano todo aquello que hacemos a favor de la obra de Cristo. En ocasiones, pensamos que el servicio tiene jerarquías o que ciertas tareas son más importantes que otras. Sin embargo, Jesús se interesa más por la actitud de nuestro corazón que por las funciones que desempeñamos. Para servir a la humanidad con devoción, es necesario amar personal y apasionadamente a Jesucristo, así como conocer y comprender cómo desea Él que le sirvamos.
More
Related Plans

Journey Through Proverbs, Ecclesiastes & Job

Resurrection to Mission: Living the Ancient Faith

Journey Through Isaiah & Micah

The 3 Types of Jealousy (And Why 2 Aren't Sinful)

One Chapter a Day: Matthew

Journey Through Genesis 12-50

5 Days of 5-Minute Devotions for Teen Girls

Psalms of Lament

Retirement: The 3 Decisions Most People Miss for Lasting Success
