Fortalece Tu Fe #3 - Dios SalvaSample

Una libertad costosa

Nuestra libertad es un don precioso, pero tuvo un precio muy alto.

No fue conquistada con bienes corruptibles como la plata o el oro; fue adquirida con la sangre preciosa de Cristo.

Este sacrificio nos recuerda cuán profundo es el amor de Dios por nosotros. La cruz, símbolo de sufrimiento, es también señal de redención.

Cuando pensamos en el momento en que Jesús compartió el pan y el vino con Sus discípulos, podemos percibir la intensidad de ese gesto.

Él instituyó un memorial que recuerda Su sacrificio, diciendo que el pan representa Su cuerpo quebrantado por nosotros, y el vino simboliza Su sangre derramada para nuestra salvación.

Este acto de amor tiene un significado profundo: nos invita a participar de Su vida y de Su muerte, a reconocer que Su sacrificio abrió la puerta a nuestra libertad.

Cada vez que celebramos este memorial, somos llamados a reflexionar sobre lo que significa haber sido redimidos.

La sangre de Cristo nos purifica y nos libera del pecado, ofreciéndonos una vida nueva en Él.

En un mundo donde todo parece frágil e incierto, nuestra libertad en Cristo es una certeza.

Nos permite enfrentar los desafíos cotidianos con valentía y esperanza, sabiendo que no estamos solos.

Nuestra salvación es una realidad que transforma nuestra vida, llevándonos a vivir de manera auténtica y plena, como testimonio del amor que nos ha sido dado.

Reconozcamos entonces el valor de este regalo y vivamos cada día con gratitud, testimoniando con gozo la libertad que hemos recibido a tan alto precio.