Volver a VivirSample

¿Vida aburrida o vida abundante?

A veces pensamos que seguir a Jesús es una lista interminable de cosas que hay que dejar…

Como si vivir para Dios significara alejarnos de lo bueno, lo emocionante o lo divertido.

¿Te ha pasado pensar que eso de “la vida cristiana” es solo encerrarse en un templo, decir que no a todo, y perderse del momento?

Yo también lo pensé.

Y cuando decidí aplicar el famoso YOLO (“You Only Live Once”, en español Sólo se vive una vez), terminé cayendo en un tobogán disfrazado de libertad… pero que me llevó a más vacíos, más culpa, y más desconexión.

Seguir mis impulsos me dio pequeños momentos de placer, pero ellos nunca llenaron lo profundo de mi corazón.

Y lo más fuerte: me alejaban de lo que Dios soñó para mí.

A veces creemos que vivir en abundancia con Jesús es vivir limitado. Pero eso no es verdad.

Eso es religión.

Y Jesús no vino a darte una religión… vino a darte vida. Y no cualquier vida. Vida abundante.

Jesús nunca dijo que debíamos estar todo el día en un templo, ni que no podíamos disfrutar lo que Él mismo creó: la naturaleza, el descanso, la risa, los amigos, la música, el movimiento de tu cuerpo, la belleza de cada día…

La vida abundante que Dios quiere para ti no es una vida sin emociones, es una vida libre del peso que te roba la paz.

Es una vida donde florecen las partes del fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fe, mansedumbre, dominio propio (Gálatas 5:22–23).

Eso es vida abundante.

Eso es disfrutar un café por la mañana y sentir verdadera paz.

Es amar sin miedo, reír sin culpa, vivir con propósito y descansar con esperanza.

Reflexión

• ¿Qué imagen tienes en tu mente cuando piensas en “vida abundante”?
• ¿Has confundido seguir a Jesús con cumplir reglas?
• ¿Qué cosas pequeñas podrías empezar a agradecer hoy como parte de esa vida abundante que Dios te quiere dar?

Oración

Gracias, Jesús, porque no me diste una vida de reglas, sino una vida de libertad.

Gracias porque tu perdón me restaura, tu amor me redefine y tu presencia me llena.

Ayúdame a ver tu abundancia en lo cotidiano: en el descanso, en las amistades, en mi cuerpo, en los pequeños momentos.

Quiero seguirte, no por obligación, sino porque he probado tu amor… y no hay nada mejor.